Descorche de alta gama
Todo está listo para la Octava Versión de Vinos Iconos Chilenos que en su nueva casa en el Club El Golf 50 espera el 21 y 22 de agosto a una concurrencia que podrá probar y conocer de primera fuente lo mejor de una veintena de viñas nacionales. Una experiencia única.
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Con nueva sede en el Club El Golf 50, el 21 y 22 de agosto próximo se realizará la Octava Versión de Vinos Iconos Chilenos, la plataforma que tiene por objetivo poder desarrollar una cultura y una educación en vinos de alta gama. Como ha sido el sello en los eventos de los años anteriores, la concurrencia podrá conocer de primera fuente –enólogos, gerentes y dueños de la veintena de viñas participantes- cuáles son las características y ADN propios de sus vinos icono y ultra premium.
Desde el punto de vista de los consumidores, se trata de una oportunidad inigualable de tener a esas viñas y sus mejores vinos previamente seleccionados, lo que asegura calidad y homogeneidad de productos. Se presentarán vinos en un rango de precios que va desde $ 14 mil a $ 15 mil hasta $ 110 mil a $ 120 mil.
"El objetivo de esto es seguir avanzando en esta cultura y educación, para que después se sigan vendiendo estos vinos de mayor valor que en definitiva le traen un beneficio tremendo al país como por ejemplo imagen, marca y evidentemente para las viñas margen de comercialización", dice Carlos Boetsch, director ejecutivo de Vinos Iconos Chilenos.
Para las viñas el evento constituye un espacio de difusión clave en el año, donde efectivamente pueden agruparse y trabajar con una sinergia potente para poder desarrollar en forma conjunta un mercado altamente exigente desde el punto de vista del producto y también de desarrollo del canal Horeca (hoteles, restaurantes y casinos), que es el mayor donde se venden estos vinos.
"Hemos tratado de hacer un evento lo más profesional posible desde el punto de vista de la concentración de la concurrencia hacia el vino o, viceversa, que las viñas participantes puedan tener un visitante cautivo que pueda tener todas sus sensaciones prendidas", agrega Boetsch.
Como tendencia, varias viñas están comenzando a mostrar pinot noir de alta gama, junto con un despertar de los vinos blancos aunque las cepas tradicionales -cabernet sauvignon, carménère y los blend-, siguen siendo muy fuertes a medida que ganan puntos en las mediciones internacionales. Así, habrá vinos nacidos en terruños con historia pero también de áreas más nuevas, como el valle del Limarí o Zapallar.
Nueva casa, mismo espíritu
Al igual que cuando el evento se realizaba en el Hotel Ritz-Carlton, Vinos Iconos Chilenos se dividirá en un salón principal solamente de vinos y espumantes, donde la gente pasa con su copa de cristal y efectivamente va teniendo una interacción con cada viña, en que el enólogo, dueño o gerente explica las características de su icono y su ultra premium. Y al otro lado del salón, separado por una pared, se presentan jamones, quesos, chocolates, pan artesanal y otros productos deli, con la idea de complementar el consumo de los vinos. El valor de la entrada es de $ 25 mil y la copa se compra aparte por $ 3.500.
"Hay que ir evolucionando y en el Club El Golf 50 nos han acogido, hemos tenido un desarrollo de alianza estratégica de largo plazo también y de alguna forma lo que queremos hacer este año es tener un producto más moderno para la concurrencia, con una mejor atención, con una ambientación distinta, es decir darle un ADN propio", dice Boetsch, y agrega que se entregará a los visitantes un Wine Listing Icono & Ultra Premium 2015.
Pese al frenazo de la actividad económica y la severa sequía que castiga especialmente a la zona central del país, Vinos Iconos Chilenos promete un momento de atractivo único a sus asistentes, que en votación voluntaria elegirán el TOP 10 de vinos iconos y ultra premium que se generara este año.
"Esta industria en particular ha sido muy profesionalizada, porque ha podido sortear todas las dificultades que la economía nos ha traído en todos estos años: terremoto, sequía, la contracción económica de varios años atrás. Por lo tanto, es un evento más que las viñas deben saber cómo estructurarse y cómo poder afrontarlo en forma exitosa. Todos los negocios se miden en el largo plazo y no en un momento del año", señala Boetsch.