Cuba: el petróleo podría transformar el futuro de la isla
Confirmación de nuevos depósitos duplicarían sus reservas probadas, eliminando su dependencia del crudo venezolano.
- T+
- T-
Una compañía australiana de exploración acaba de confirmar sus reportes preliminares señalando que sus bloques en la costa de Cuba tienen un potencial para producir 8.200 millones de barriles de crudo.
MEO Australia, que firmó un contrato de producción compartida con la petrolera estatal cubana Cupet en septiembre, calculó que el Bloque 9 contiene más de 8 mil millones de barriles de petróleo ligero de alta calidad, de los cuales 395 millones son recuperables. La compañía aseguró que la extracción podría comenzar en 2018.
Este último hallazgo podría más que duplicar las reservas probadas de petróleo de Cuba, anteriormente estimadas en 4.600 millones de barriles. El descubrimiento, que tiene el potencial para cambiar el panorama en la isla, contrasta con la fortuna de otras compañías de exploración en Cuba en años recientes. Anteriores esfuerzos han terminado con las manos vacías o descubrimientos comercialmente inviables y como consecuencia las petroleras habían abandonado el país.
MEO asegura que los costos operacionales de los nuevos pozos serán de sólo US$ 9 por barril, lo que arrojaría fuertes ganancias incluso con las actuales condiciones de bajos precios del hidrocarburo. El gobierno cubano también ha introducido diversos incentivos. La ley de inversión extranjera de 2014 establece una tasa de impuestos de entre 15% y 22,5%. Más aún, las empresas extranjeras que inviertan en Cuba se benefician de una amnistía tributaria de ocho años.
Cuba extrae cerca de 80.000 barriles/diarios (b/d) de petróleo, cerca de 60% de todo lo que consume, pero la mayor parte es un crudo viscoso de baja calidad con alto contenido de sulfuros, que requiere ser combinado con petróleo ligero antes de ser procesado. El resto de los insumos de petróleo de Cuba proceden de Venezuela a valores fuertemente subsidiados. La generación de electricidad en la isla es fuertemente dependiente del energético.
El anuncio de MEO no podría ser más oportuno para el gobierno cubano, y se produce poco después de que las autoridades anunciaran en julio un racionamiento de combustible debido a la crisis económica que aflige a Venezuela. La prensa internacional cita un reporte interno de la petrolera estatal de Venezuela, PDVSA, señalando que sus embarques de petróleo a Cuba cayeron en 40% durante la primera mitad de 2016 a un promedio de 53.000 b/d.
En tanto, la demanda de energía ha aumentado con el crecimiento del sector privado y el surgimiento del turismo. Según algunas estimaciones, el consumo de energía ha aumentado 30% en los últimos cinco años.
Frenazo del PIB
Las autoridades en La Habana anunciaron que la caída en los ingresos por exportaciones y la baja en los envíos petroleros desde Venezuela provocaron una desaceleración en el crecimiento del PIB a una tasa de apenas 1% en el primer semestre. Esta escasez de efectivo llevó al gobierno a implementar medidas de austeridad, más allá del racionamiento de la energía, que incluyen rebajas en las importaciones y una reducción de 17% en su programa de inversiones para el resto del año.
Estas condiciones van a dificultar las muy necesarias reformas a la deficiente infraestructura en el corto plazo. Sin embargo, las autoridades seguirán priorizando industrias que generan divisas extranjeras, como el turismo y la minería, con la ayuda de financiamiento e inversión foránea.
Recientes mejoras en los aeropuertos han creado una capacidad de transporte aérea de más de 8 millones de viajeros al año. Un impuesto de salida US$25 para los turistas extranjeros es una importante fuente de divisas para financiar las inversiones en infraestructura. El número de arribos llegó a poco menos de 3,5 millones de pasajeros en 2015, un alza de 17% respecto de 2014, y con toda seguridad esta cifra seguirá aumentando rápidamente, ayudada por el acuerdo este año para reanudar los vuelos comerciales desde EEUU bajo un calendario regular. Antes del convenio, sólo se habían autorizado vuelos charter, cuyos elevados precios disuadían a muchos visitantes. Una prohibición de EEUU a los viajes de turismo a Cuba todavía está vigente, pero hay creciente apoyo para eliminarla, y Washington ya ha aceptado relajar las restricciones bajo doce categorías que están exentas de la prohibición.
El gobierno cubano seguirá enfocándose en ampliar la capacidad hotelera, al tiempo que aumenta el rango de participación extranjera en la construcción de un nuevo terminal aéreo en la capital, además de otros aeropuertos regionales en otras áreas del país. Este mes el gobierno asignó una concesión a dos compañías francesas para expandir el aeropuerto internacional José Martí. Bouygues Bâtiment International y Aéroports de Paris, ampliarán y modernizarán las instalaciones del terminal que recibe 50% de todos los arribos a Cuba. Como parte del acuerdo, la Agencia Francesa de Desarrollo podrá financiar este y otros proyectos en la isla.
Años de mejoras por delante
Además de los proyectos relacionados con el turismo, la infraestructura para el abastecimiento de agua, los servicios sanitarios y de telecomunicaciones probablemente recibirán la mayor atención de las autoridades. Pero el estado del resto de la infraestructura en la mayor parte del país se mantendrá por debajo de los estándares regionales muy avanzado en el mediano plazo.
La desaceleración del crecimiento económico y los recortes anunciados en el gasto público para este año y el próximo, junto con las débiles condiciones fiscales de fuentes de financiamiento clave como Venezuela y Brasil, van a restringir las inversiones en lo inmediato.
Sin embargo, la EIU espera que las inversiones en la mayoría de las áreas de infraestructura aumentarán en el mediano plazo. Dicho eso, tomará mucho tiempo para que Cuba se ponga al día con sus rivales regionales y globales en infraestructura, lo que es una de las razones por las que seguirá siendo un ambiente relativamente poco atractivo para muchos inversionistas.