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Strippers en huelga: la nueva economía llega a los clubes nocturnos de Nueva York

La llegada de las startenders, influenciadoras que cuentan con miles de seguidores en plataformas sociales como Instagram, está provocando una verdadera guerra en los bares de la ciudad.

Por: Diario Financiero Online | Publicado: Lunes 6 de noviembre de 2017 a las 16:05 hrs.
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Las nuevas tecnologías y las redes sociales están sacudiendo a algunas de las industrias y profesiones más relevantes de la economía tradicional, como los sistemas de transporte y las empresas hoteleras, por ejemplo. 

Pero el auge de los medios digitales también está golpeando a otros sectores impensados y que normalmente no están en los reportes económicos, pero que no por eso dejan de ser importantes focos de actividad.

Uno de ellos es el de los clubes nocturnos y particularmente las strippers, una relevante fuente de actividad turística.

Las bailarinas Nueva York convocaron a fines de octubre una huelga en rechazo a una tendencia que está creciendo en los bares de la ciudad, la contratación de influenciadoras, o mujeres que tienen miles de seguidores en plataformas sociales como Instagram y Facebook, para que atiendan el bar.

Estas jóvenes, conocidas como startenders, se han convertido en las estrellas de la vida nocturna en la "gran manzana", con miles de personas visitando cada noche los locales para conocer en directo a las personalidades que siguen a través de la red.

La batalla entre la nueva y la vieja economía en los clubes nocturnos también es un reflejo de divergencias políticas, sociales e incluso raciales, ya que entre las anfitrionas mediáticas predominan las mujeres blancas o latinas, mientras que la mayoría de las bailarinas son negras. 

Gizelle Marie (en la foto), una conocida bailarina de 29 años proveniente del Bronx, se ha convertido en la líder de facto del gremio y vocera de la huelga, que comenzó hace unos días de manera parcial, pero que podría extenderse a medida que la confrontación sigue escalando. 

"Todo lo que pedimos es respeto. Si los dueños de los locales no escuchan nuestros reclamos tomaremos medidas legales más drásticas", señaló en una entrevista con el Washington Post.

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Batalla laboral

La tendencia comenzó hace unos cinco años, cuando los dueños de los clubes comenzaron a reemplazar a los tradicionales expertos en mezclar licores por mujeres jóvenes sin experiencia preparando cocteles pero que contaban con una base de miles de seguidores en redes sociales que podían atraer a un público más numeroso a sus locales.

A diferencia de lo que ocurría en el pasado, cuando los barman se lucían por sus preparaciones y haciendo malabares con vasos y botellas, las nuevas empleadas visten atuendos similares a los de las bailarinas. Y la estructura misma de los clubes, que antes estaban organizados en torno al escenario, ahora gira en torno al bar.

Las strippers se quejan de que las nuevas estrellas de la vida nocturna de Nueva York le roban no solo la atención de los visitantes, sino que también se quedan con una gran parte de sus propinas, que quedan en la barra y ya no llegan hasta la tarima donde ellas realizan sus espectáculos. 

Esto ha hecho que sus ingresos, que antes podían alcanzar a más de US$ 1.000 en una buena noche, caigan a apenas una fracción.

Los reclamos están encendiendo una acalorada disputa laboral, aún más compleja, ya que los clubes nocturnos operan bajo un sistema de contratistas independientes, donde los trabajadores no cuentan con protección sindical.

Por otra parte, mientras las bailarinas deben pagar una comisión al local por el derecho a actuar, que pueden llegar hasta US$ 200 cuando se trata de un evento importante, las startenders están libres de cargos.

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