¿Game over? el reto de los videojuegos chilenos
La facturación de la pequeña industria local sufrió un duro revés con la salida de dos importantes empresas internacionales de Chile. Sin embargo, los dirigentes gremiales son optimistas debido a los nuevos desarrolladores locales.
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Que generan problemas neurólogicos, que su música favorece la concentración y productividad, o que te ayudan a triunfar en la ciencia y la ingeniería. De acuerdo o no con eso, el hecho concreto es que los usuarios de videojuegos han aumentado y los desarrolladores también.
El porqué de este análisis es sencillo: crear y desarrollar videojuegos se ha convertido en un buen negocio. En el mundo, este mercado mueve cerca de US$ 80.000 millones, superando a grandes industrias como la música. Chile no fue ajeno a ese fenómeno ya que el crecimiento de las exportaciones de videojuegos fue sostenido por años.
Round one, fight!
Eso hasta hoy. Claro porque la facturación del sector en el país, pasó de US$ 12,3 millones en 2016 a US$ 5,8 en 2017, según la Encuesta de VG Chile (Asociación Chilena de Compañías Desarrolladoras de Videojuegos), aplicada a los 44 socios del gremio y que será presentada hoy en el evento de Checkpoint 2018, que reúne a los miembros del sector.
Esto, no obstante, no refleja una crisis en la industria local. La baja se debe a que las dos compañías más grandes del sector en Chile, no eran de origen nacional y durante 2017 dejaron de operar en suelo chileno, reduciendo los números totales del sector, según Julio Marambio, director general de VG Chile.
“La salida de estas empresas no responde a que Chile sea un mal mercado. Al contrario, el país se ha hecho un nombre y ha ganado un lugar en la industria mundial, pero ambas compañías volvieron a concentrar su operación en casa matriz”, argumenta Marambio.
La canadiense Behaviour y DNA cerraron sus filiales en otros países, y en el caso de esta última en todo occidente, incluso San Francisco.
Lejos de exaltarse, el director del gremio explica que si bien la baja en la facturación es evidente, permite tener una óptica más transversal y pareja de la industria local, que demuestra que hay mayor cantidad de empresas y algunas han tenido crecimientos importantes, así como también han obtenido reconocimiento internacional.
Según la encuesta del gremio, conformado por cerca de 42 empresas, en 2017, el 67% inició nuevos proyectos y el 54% finalizó entre 1 y 4, ya sea para plataformas móviles, computador o consolas. Asimismo, el informe revela que el 70% de las empresas locales tuvo participación en ferias internacionales, instancia clave para la venta de sus proyectos. Entre ellas destacan las ferias GDC de San Francisco, Games Connection, Casual Connect, Gamescom, Tokio Games Show y MIGS Montreal.
En estas instancias, se han abordado mercados clave para el sector como EEUU, Japón, Alemania, Canadá y útimamente se han sumado también misiones a Polonia, por el desarrollo que el sector ha tenido en ese país y las oportunidades que ofrece para las empresas chilenas de videojuegos, según detalla ProChile.
Round two, fight!
La calidad y la madurez que ha alcanzado el ecosistema, dice Marambio, ha sido reconocida. Así también lo cree Alejandro Buvinic, director de ProChile, quien afirma que el sector ha logrado importantes reconocimientos internacionales. Es el caso de Ace Team y su juego Rock of Ages 2: Bigger and Boulder; Tiny Bytes, con Massive Warfare: Rush; y Aone Games, con su juego Omen Of Sorrow, por citar algunos ejemplos. A esto se suma el trabajo que distintas empresas chilenas han desarrollado para terceros
La industria, dice Buvinic, tiene un potencial de crecimiento enorme. “Para ProChile la exportación de servicios creativos como los videojuegos es sinónimo de innovación y, por ende, contribuye a posicionar a Chile como un país con una oferta exportadora cada vez más diversa y sofisticada”, asegura el ejecutivo.
Para eso, material hay de sobra. Según el informe, el 22% de las firmas locales tienen un portafolio compuesto por un total entre 10 y 30 proyectos. De ideas y creatividad tampoco hay carencias. El 50% de las compañías desarrolladoras tiene propiedad intelectual y el 11% participa en proyectos de co-producción.
Pero hay cosas que mejorar. Además de la caída de la facturación, también hay un bajo nivel en la participación femenina. Si bien esta ha aumentado en los últimos años, el 38% de las firmas no tienen ninguna mujer entre sus filas y sólo el 57% cuenta entre una y cuatro en sus equipos. Algo que desde VG Chile intentan cambiar, generando lazos e iniciativas con startups y movimientos tecnológicos que incentivan que las niñas se unan al desarrollo de la industria.
Round three, fight!
En 2018 las metas son ambiciosas. En términos de facturación, el plan es alcanzar una cifra cercana a los US$ 8 millones, todo un desafío si se considera que será una cifra en limpio, sin aportes de gigantes extranjeras en Chile, así como también posicionarse en mercados en Norteamerica, Europa Occidental, Asia, América del Sur y Europa Oriental. Un reto en el que ProChile también quiere ser parte del juego.
La entidad lleva a cabo un plan sectorial que entregará más de US$ 157 mil para apoyar la internacionalización de los videojuegos. A esto se suman US$ 132.600 que se destinarán en ferias y más de $ 30 millones a los proyectos de videojuegos adjudicados en el Concurso de Servicios.