El salto a la modernidad de Chile a través de seis personajes
Padre de derecha (Jorge Quiroz), hija de izquierda (Elisa Quiroz), juntos buscan demostrar que la historia no es tan blanco y negro como la pintan, a través de perfiles de figuras tan disímiles como Mónica Madariaga o Pedro Lemebel.
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Desde hace un tiempo que al economista y empresario, Jorge Quiroz (55) le rondaba la idea de escribir un libro para transmitir a un público amplio "el salto de Chile a la modernidad", como explica. Y por otro, conversando con su hija Elisa (26), historiadora y estudiante de derecho de la Universidad de Harvard, se les ocurrió plasmarlo en un libro, a través de perfiles de seis figuras de la historia chilena.
"Hay una suerte de divergencia entre mi generación y la más joven. Los viejos siempre repetimos ´no sabes cómo era el país hace 30 años ´, pero los jóvenes nos hacen ver que aún existen falencias, que queda mucho por hacer. Y de ahí surge la idea del libro. Como un modo de superar divergencias de tipo político como las que tengo con mi hija", dice Jorge Quiroz.
El resultado fue "Chile entre dos terremotos: personajes prominentes de nuestros últimos 50 años", lanzado por ediciones El Líbero, y que relata este salto de Chile a la modernidad que no se inicia con las reformas del mercado de mediados de los setenta y tampoco con el retorno a la democracia, sino que tiene su germen mucho antes, explica el co autor.
Elisa Quiroz comenta que con la publicación busca transmitir que los personajes y los eventos de la historia nacional y de cualquier historia, no son tan blanco y negro como a veces cuentan. Dice que su generación creció escuchando versiones muy politizadas de lo que pasó durante estas últimas décadas, debido a los "innegables abusos de la dictadura".
"Pero hay otras cosas que son más complicadas. Si una persona de derecha cree en el libre mercado, no está bien calificarla de pinochetista sin ningún tipo de conocimiento: de hecho, hay gente de derecha que se opuso a la dictadura, así como hay de izquierda que no apoyaron a Allende. Con el libro quise salir de la diferenciación izquierda-derecha y narrar historias humanas. Espero lograr transmitir que las personas y los grupos de la sociedad chilena representan realidades complejas, y que no debiésemos reducirlos a una categoría social, política, o económica prescrita", afirma Elisa.
Historias de coraje
El libro cuenta la historia de Raúl Sáez, gerente general de Endesa bajo el gobierno de Jorge Alessandri, del doctor Fernando Mönckeberg y su batalla por combatir la pobreza con una buena alimentación y estimulación temprana en los ´60; un Nicanor Parra que defiende los derechos de los individuos desde el arte en los ´70; Anacleto Angelini, pionero en innovación; Mónica Madariaga, la prima y ministra de Pinochet que pidió perdón por los crímenes de la dictadura y para cerrar, el escritor Pedro Lemebel, que marcaría un antes y un después en la reivindicación de los derechos de las minorías.
"Los personajes son un poco "la intra historia", no son centrales, pero cada uno a su modo representa grandes saltos en este proceso de modernidad, de los cuales tenemos una visión positiva respecto de su aporte, sin perjuicio que en tanto seres humanos tienen debilidades y sesgos, que no omitimos en la descripción porque las biografías, aunque sucintas, no pretenden ser panegíricos", afirma Jorge Quiroz.
Ambos autores reconocen que pertenecen a veredas políticas diferentes, mientras el padre se sitúa en la centro derecha, la hija se identifica con la izquierda y aunque en lo ideológico no tienen grandes diferencias, afirma Elisa, los separa sus respectivas visiones para enfrentar la desigualdad.
Esto no fue impedimento para ponerse de acuerdo en las historias, que partieron de una lista de 50 nombres elaborada por Elisa, la que se fue reduciendo hasta llegar a seis personas con "distintas filiaciones políticas y que hubiesen hecho algo admirable o valiente", cuenta la historiadora.
La publicación junta, por ejemplo, a figuras tan disímiles como Pedro Lemebel, propuesto por Elisa y Anacleto Angelini, por Jorge, pero que tanto ellos como el resto de las figuras tienen en común "coraje, voluntad hacedora y creatividad, en grandísimas dosis", dice Jorge.
A través de las páginas se percibe una intención reivindicativa en algunas narraciones, por ejemplo, se presenta un Sáez que trató de torcer el destino de los abusos a los derechos humanos de la dictadura y un doctor de derecha con nuevas teorías sobre la desnutrición que termina inspirando la campaña "medio litro de leche" del gobierno de Allende.
"Ciertamente hay algo de reivindicación en Sáez, Mönckeberg y Parra. También hay algo en la figura del gran empresario a través de Angelini, y desde esta perspectiva, habría que nombrar a Mónica Madariaga, que pide perdón públicamente por los abusos de la dictadura, pero su grito de perdón la deja en un completo ostracismo, ante sus antiguos compañeros de ideas y ante sus contrarios", comenta Jorge Quiroz.