Pintura de corte místico en el MNBA
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Bajo el título “Cuando desperté no había nadie” es el sugerente nombre de la muestra individual del artista plástico, Víctor Mahana, que se presentará entre el 12 de julio y el 14 de septiembre de este año, en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA).
La exposición contempla 13 obras de gran formato, coloridas y llenas de simbolismo, que proponen un viaje místico a un universo paralelo no exento de crítica.
Una obra “visceral”
El propio artista comenta que su trabajo evidencia un abandono de la fotografía y el fotorrealismo por una pintura de memoria, “psíquica, más visceral, que busca humanizar el sistema, recuperar el aura”.
En este concierto, entonces, aparecen lugares mentales, paisajes espirituales; donde lo representado “transporta
al espectador hacia nuevos mundos, como portales que nos llevan hacia el otro lado del espejo. Es una intención de materializar lo invisible, lo que define primordialmente el acto de pintar”, asegura el artista plástico, el más joven en realizar una muestra individual en uno de los recintos museísticos más importantes del país.
A sus 36 años, Mahana, ya ha participado en 45 colectivas y diez individuales, en EEUU, Bélgica y Chile.