360°

Las nubes no traen alivio a San Francisco, mientras California avanza hacia la peor sequía de su historia

Se estima que las pérdidas en el sector agrícola fluctuarían entre US$ 3.400 millones y US$ 7.500 millones por la falta de lluvias en la región.

Por: | Publicado: Lunes 2 de junio de 2014 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Por Renato García Jiménez


Enviado especial a San Francisco, EEUU


Los días comienzan todos iguales en San Francisco, con una densa capa de niebla ingresando desde el mar hacia la bahía, como en la mayoría de las ciudades portuarias del mundo. Pero, a medida que las horas avanzan, las enormes nubes van desvaneciéndose, dejando al descubierto un cielo gélido y azul, para desesperación de las autoridades y agricultores de California, que ven con preocupación cómo se aleja una salida a la peor sequía en la historia del estado.

A medida que las precipitaciones siguen tardando, se acerca el momento en que las empresas y hogares comenzarán a enfrentar restricciones y racionamiento por primera vez en dos décadas, afectando a 2,6 millones de usuarios en San Francisco, Palo Alto, San José y la Península.

Tras un invierno duro, pero seco, el consumo de agua ha seguido aumentado, pese a que el gobernador de California, Jerry Brown, declaró estado de emergencia en enero debido a la sequía. Los gobiernos locales están impulsando campañas para reducir su uso en al menos 10%, pero la meta se ha alcanzado en apenas seis de las últimas 18 semanas, lo que es un nivel bajo, considerando que Brown, de hecho, era partidario de una reducción de 20%.

“Aquí, a la gente común, no le preocupa el tema. Desde hace años que escuchamos de la sequía. Este año parece que es peor y hablan de racionamiento, pero mientras las personas tengan su agua embotellada para comprar no les interesa el tema”, comenta un joven trabajador de la industria de servicios que, como muchos empleados de su edad, prefiere vivir en Oakland, una ciudad a menos de 10 kilómetros de San Francisco donde los precios de los arriendos son más accesibles. “Son los agricultores los que están más afectados”, reconoce.

California es el principal estado del país en términos agrícolas, con una producción de US$ 44.700 millones en 2012 incluyendo lácteos y carne, además de las cosechas, y las estimaciones para las pérdidas en el sector varían entre US$ 3.400 millones y US$ 7.500 millones este año, con alrededor de 1.620 hectáreas que dejarían de ser plantadas o sembradas debido a la falta de agua.

Las descargas de agua desde las reservas que gestiona la Comisión de Servicios Públicos de San Francisco (SFPUC, en inglés) han superado a las del año pasado en un 30% del período informado, y han estado por sobre el promedio de los últimos cinco años en más de la mitad del tiempo.

Si la tendencia continúa en los meses de verano, como ahora parece inevitable, ya que tradicionalmente la mayor parte de las lluvias en el estado se concentra en la temporada de invierno, las autoridades impondrán mayores tarifas a los clientes residenciales y empresas que superen la cuota de consumo del año anterior, e incluso posiblemente multas, por primera vez desde 1989.

Las reservas de agua de la SFPUC están a 67% de su capacidad y la nieve acumulada en los glaciares del valle de Hetch Hetchy, uno de los más importantes para abastecer de agua al estado, se encuentra en 22% de su nivel normal, similar al que se registraba antes de la grave sequía de 1976.

Medidas de emergencia


En Sacramento ya se está restringiendo el uso de agua para riego residencial. En el Valle Central se han establecido horarios acotados para esta actividad. Al norte del estado, en Willits, el uso para los residentes se ha limitado a 150 galones diarios, a medida que las autoridades locales encuentran dificultades para financiar el acceso a mayores reservas. En el condado de Los Angeles se está presionando para que la gente abandone el extendido hábito de usar chorros de agua para despejar las entradas de sus casas y veredas de hojas y basura.

“La semana pasada recibimos una carta en mi casa avisándonos que nuestro consumo de agua era demasiado alto y que debíamos limitarnos a regar sólo los fines de semana”, confidencia Marc Musgrove, director de comunicaciones globales de Cisco, una firma tecnológica basada en San José, que se ha visto afectado personalmente por la situación. “Soy un fanático del kayak. He recorrido el mundo navegando los mejores ríos, en Ecuador, el Amazonas, y también los rápidos en Chile, el río Trancura Alto y Bajo, y recientemente me cambié de casa a El Dorado County, para poder estar cerca del South Fork del American River, donde hay un conjunto de represas que no sólo se usan para evitar el peligro de inundaciones sino también para gestionar el suministro de agua del estado”. Para Musgrove, los efectos de la sequía se han vuelto más evidentes en las últimas semanas, ya que los intervalos de aguas mansas en el río prácticamente han desaparecido, dejando un solo y largo tramo de rápidos, a medida que el nivel disminuye, acercando la superficie al fondo rocoso.

Aunque Cisco es reconocida como una de las empresas más eficientes en temas medioambientales, la industria de la tecnología es intensiva en el uso de agua, y el ejecutivo reconoce que la compañía está incrementando sus esfuerzos por mejorar su gestión, anticipándose a potenciales multas o restricciones que pudieran afectar su operación.

Estado en llamas


Otro riesgo asociado a la sequía son los incendios forestales, que el año pasado devastaron extensas regiones de California, destruyendo viviendas y propiedades. Las autoridades ahora prevén que los costos asociados a los incendios a nivel nacional podrían llegar a US$ 1.800 millones, US$ 500 mil más que el presupuesto para combatir las llamas.

Con el inicio de año más caluroso desde 1895, las autoridades del estado esperan gastar US$ 221 millones en fondos de emergencia hasta mediados de año en la lucha contra los incendios.

Lo más leído