Singtex, la compañía taiwanesa que reutiliza residuos de café para crear textiles ecológicos y funcionales
Unas 50 marcas internacionales de ropa deportiva y accesorios outdoors, como Hugo Boss, New Balance y Timberland, están usando la tecnología de Singtex.
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“Si te lo tomas, te lo pones”, dice muy sonriente Jason Chen, presidente de Singtex, en una presentación de la empresa textil taiwanesa en sus oficinas de Taipei. Sobre la mesa hay una taza de café que un ayudante vuelve a llenar apenas está medio vacía, caramelos de café, un filtro de olores con membrana de café, un paquete de calcetines con fibras a base de café y un pomo de aceite para masajes… hecho con café.
Chen se refiere al eslogan con que se promociona la tecnología detrás de la marca S.Café®, que desde 2009 es una parte integral de los productos que Singtex desarrolla tanto para sus propias líneas de ropa como para más de 50 marcas internacionales de ropa deportiva y accesorios outdoors a las cuales provee (Fjällräven, Hugo Boss, Maier Sports, Timberland, New Balance, Oakley, Keela, Eider, son algunas de las más conocidas).
La idea central es que los granos de café, una vez que han sido usados para hacer la bebida, pueden ser reutilizados no sólo como materia prima para fabricar hilo -a través de un proceso patentado-, sino también para extraer un aceite esencial que puede usarse en materiales textiles, como también en cosméticos y otros productos.
Así, la empresa recicla los residuos de café desechados por las cafeterías para transformarlos en insumo de fabricación para una amplia variedad de prendas de vestir, al igual que productos de maquillaje y cuidado de la piel, jabón, champú e incluso velas, entre otros. El uso del café también sirve otro propósito: neutralizar los olores producidos por la transpiración, aprovechando las conocidas propiedades naturales del grano.
Chen destaca que con cada taza de café se consume apenas un 0,2% de los granos que se usan para prepararla, mientras que el restante 99,8% se desecha y va a parar a la basura. Al transformar esos desechos en un nuevo insumo industrial, Singtex se suma a la creciente tendencia de empresas textiles en el mundo que apuntan, por distintas vías, a que la industria sea más sustentable y más amistosa con el medio ambiente.
Lio Chang, vicepresidente de Investigación y Desarrollo (I+D), señala que varios de los proyectos se centran en desarrollar alternativas más sostenibles a los materiales tradicionales, lo que incluye la ampliación de la gama de productos de base biológica, como la membrana de café Airmem™.
“También estamos cambiando hacia un sistema de bucle cerrado que requiere la creación de tejidos duraderos que permitan el reciclaje de prendas de vestir y de restos de tejido durante el proceso de fabricación. Estamos ampliando el programa de reciclaje de prendas Singtex® Refit con nuestras marcas asociadas en todo el mundo para garantizar que las prendas al final de su vida útil no acaben en un vertedero”, dice Chang.
El foco en sostenibilidad ambiental abarca todas las etapas del proceso textil: las máquinas de teñido usan 70% menos agua, 67% menos energía y 50% menos químicos que la industria tradicional; el sistema de reciclado genera 30% menos calor; el uso de gas natural reduce en un 50% la huella de carbono; la planta se abastece en un 23,5% de energía solar.
El Covid como oportunidad
Jason Chen dice que debido a que la empresa se centra en la creación de textiles funcionales de alto rendimiento y sostenibles desde el punto de vista medioambiental, su negocio no se vio afectado negativamente por la emergencia del Covid-19, ya que la pandemia aumentó la conciencia mundial sobre los problemas medioambientales.
Esto significó que los consumidores pasaran de la moda rápida a la sostenible, lo que se vio reflejado en los beneficios de la empresa. “El cambio en el comportamiento aumentó la demanda de nuestros tejidos especiales, como el Stormfleece, que evita el desprendimiento de microfibras durante el uso y el lavado”, explica Chen.
Adicionalmente, ante la necesidad inmediata de equipos de protección personal contra el virus para los trabajadores de primera línea, a principios de la pandemia Singtex adaptó sus instalaciones para fabricar “ropa de aislamiento más ecológica que pudiera mantener la eficacia después del lavado”, detalla Chen.
Tecnología, con y sin café
Singtex -que también tiene una fábrica en Vietnam- está 100% verticalmente integrada, desde la polimerización y fabricación de las fibras, pasando por el tejido, teñido y texturización de las telas, hasta el diseño y manufactura de las prendas finales.
Aunque la tecnología de S.Cafe@ entró en uso en 2009, la empresa existe desde 1989 y cuenta con un centenar de patentes aprobadas o pendientes para distintos materiales. Entre ellos, telas y membranas biocompuestas, telas de punto impermeables, tejido de polar elástico, y tejidos elásticos impermeables y “respirables”.
Para demostrar la impermeabilidad de una nueva línea de chaquetas deportivas, Tony Wang, vicepresidente global de materiales, vierte agua de un vaso sobre la chaqueta que lleva puesta: el líquido literalmente rebota sobre la tela, que permanece igual de seca que antes. “No problem here!”, comenta.
Aunque Alan Han, vicepresidente de la División de Vestuario, admite que no tienen planes de expandir sus operaciones a América Latina en el corto plazo, precisa que “siempre estamos abiertos a discutir nuevas oportunidades de asociatividad”.
Singtex, the Taiwanese company that reuses coffee waste to create textiles
- The S.Café® brand, which makes fibers and fabrics from used coffee, is an integral part of its sportswear lines.
- Some 50 international brands of sportswear and outdoors accessories, such as Hugo Boss, New Balance and Timberland, are using Singtex's technology.
By Marcel Oppliger from Taipei, Taiwan.
"If you drink it, you wear it," says a very smiling Jason Chen, president of Singtex, at a presentation of the Taiwanese textile company at its offices in Taipei. On the table is a coffee cup that an assistant refills as soon as it is half empty, coffee candy, an odor filter with a coffee membrane, a packet of socks made with coffee-based fibers and a small vial of massage oil... made with coffee.
Chen refers to the slogan promoting the technology behind the S.Café® brand, which since 2009 has been an integral part of the products that Singtex develops both for its own clothing lines and for more than 50 international brands of sportswear and outdoor accessories to which it supplies (Fjällräven, Hugo Boss, Maier Sports, Timberland, New Balance, Oakley, Keela, Eider, are some of the best known).
The central idea is that coffee beans, once they have been used to make the beverage, can be reused not only as raw material to make yarn -through a patented process-, but also to extract an essential oil that can be used in textile materials, as well as in cosmetics and other products.
Thus, the company recycles coffee waste discarded by coffee shops to transform it into a manufacturing input for a wide variety of clothing, and which can also be used in makeup and skin-care products, soap, shampoo and even candles, among others. The use of coffee also serves another purpose: to neutralize the odors produced by perspiration, taking advantage of the well-known natural properties of the bean.
Chen points out that with each cup of coffee only 0.2% of the beans used to prepare it are consumed, while the remaining 99.8% is discarded and ends up in the garbage. By transforming this waste into a new industrial input, Singtex joins the growing trend of textile companies around the world that aim, in different ways, to make the industry more sustainable and environmentally friendly.
Lio Chang, vice president of research and development (R&D), notes that several of the projects focus on developing more sustainable alternatives to traditional materials, which includes expanding the range of bio-based products, such as the Airmem™ coffee membrane.
“We are also shifting towards a closed looped system which requires creating durable fabrics that can be recycled through garment-to-garment recycling and the recycling of fabric scraps during the manufacturing process. Currently we are in the process of scaling up the SINGTEX® REFIT garment recycling program, working with our brand partners worldwide to ensure that end-of-life garments do not end up in a landfill”, says Chang.
The focus on environmental sustainability encompasses all stages of the textile process: the dyeing machines use 70% less water, 67% less energy and 50% less chemicals than traditional industry; the recycling system generates 30% less heat; the use of natural gas reduces the carbon footprint by 50%; the plant is 23.5% solar-powered.
Covid as an opportunity
Jason Chen says that because the company focuses on creating high-performance, environmentally sustainable functional textiles, its business was not negatively affected by the Covid-19 emergency, as the pandemic raised global awareness of environmental issues.
This meant that consumers shifted from fast fashion to sustainable, which was reflected in the company's profits. “Changing consumer behaviors also increased the demand for our specialty fabrics like STORMFLEECE®, a single layer woven fabric that prevents microfiber shedding during wearing and washing”, Chen explains.
Additionally, with the immediate need for personal protective equipment against the virus for front-line workers, early in the pandemic Singtex adapted its facilities to manufacture "more eco-friendly isolation clothing that could maintain efficacy after washing," Chen details.
Technology, with and without coffee
Singtex - which also has a factory in Vietnam - is 100% vertically integrated, from fiber polymerization and manufacturing, through weaving, dyeing and texturization of fabrics, to the design and manufacture of the final garments.
Although S.Cafe@ technology came into use in 2009, the company has been in existence since 1989 and has a hundred patents approved or pending for various materials. These include biocomposite fabrics and membranes, waterproof knitted fabrics, stretch fleece fabric, and waterproof and "breathable" stretch fabrics.
To demonstrate the waterproofness of a new line of sports jackets, Tony Wang, global vice president of materials, pours water from a glass onto the jacket he is wearing: the liquid literally bounces off the fabric, which remains just as dry as before. "No problem here!", he laughs.
Alan Han, Vice President of the Apparel Division, admits that there are no plans to expand operations to Latin America in the short term, however, he says that "we are always open to discussing new partnership opportunities."