Opinión
Se inicia un buen año para Chile
Presidente de la Sociedad de Fomento Fabril.
Por: Equipo DF
Publicado: Viernes 31 de diciembre de 2010 a las 05:00 hrs.
Por Andrés Concha
El 2011 se visualiza como un muy buen año para Chile. El buen crecimiento al que se espera crezcan los países del Asia Emergente, en torno al 8%, una América Latina creciendo a un satisfactorio 4,5%, y los países desarrollados, a pesar de todas las incertidumbres que ellos enfrentan, creciendo en promedio al 2,5%, permitirán consolidar una expansión mundial de 4,5%.
Todo esto permitirá a Chile enfrentar altos términos de intercambio, exportaciones volviendo a crecer a un 5% en términos reales, obtener un importante superávit en la balanza comercial (exportaciones menos importaciones), al igual que otro cercano al 4% en las cuentas fiscales, gracias a los mayores impuestos que generará la minería del cobre.
Como si todo esto fuese poco, la inversión en maquinaria y equipos, principalmente con destino a nuevos proyectos de minería y energía, mantendrá el ritmo acelerado de crecimiento observado el 2010, al igual que lo que sucederá con el consumo, que recibirá la mayor demanda de un empleo adicional a más de 200.000 personas que proveerá la economía y de las mayores remuneraciones nominales, en torno al 5%, que debieran ocurrir presionadas por aumentos de productividad y de una relativa escasez de trabajadores que es previsible prever podría suceder en el transcurso del año.
En materia sectorial varias actividades experimentarán un buen resultado; la minería, la construcción, el comercio, las telecomunicaciones y los servicios financieros crecerán por sobre la media de un PIB, que perfectamente podría alcanzar y superar el 6% de crecimiento agregado. La industria se expandirá en torno a la media o un poco menos. Solo la agricultura, por razones de competitividad y la pesca, por razones de escasez de recursos permanecerán más rezagadas.
No se visualizan desequilibrios en la parte macroeconómica. El fisco debiera aumentar su gasto por debajo del crecimiento del PIB, aún cuando la subejecución del presupuesto del año 2010 le permitiría una mayor expansión. Esta posibilidad, si se diera, sería una mala noticia para quienes esperamos que el tipo de cambio recupere parte del terreno perdido en el 2010 y alcance el valor de los $ 500 o más en el transcurso del año. Por otro lado se visualiza un año de mucha actividad en el Banco Central, porque habrá mayores presiones inflacionarias por el lado de los alimentos y de la reducción en la brecha de capacidad existente, que le obligarán a subir gradualmente la tasa de política monetaria. También el Banco Central deberá resolver si aumenta o no su nivel de reservas internacionales. La economía chilena ha crecido y el dólar ha perdido valor. Eso hace que nuestras reservas valgan menos y que su capacidad de protección haya disminuido. Tal vez sea este año una buena oportunidad para recomponer la fortaleza de nuestras reservas monetarias aprovechando la circunstancia de que, tal como lo señala el último Informe de Política Monetaria que dio a conocer el Banco Central, el nivel actual es el mínimo coherente con el Tipo de Cambio Real de largo plazo.