Las polémicas detrás del financiamiento clave de Avianca

Avianca Holdings, la aerolínea bandera de Colombia, está lista para presentar este lunes 5 de octubre, ante el Tribunal de Quiebras del Distrito Sur de Nueva York, su propuesta definitiva para el financiamiento Debtor-In-Possession (DIP), por unos US$ 2.000 millones, que le permitiría avanzar en su proceso de reestructuración. 

Estos desembolsos ya están estructurados en dos tramos que, luego de atravesar diversos obstáculos, dejan por fuera definitivamente a lo prometido por el gobierno de Iván Duque. Y es que el Tribunal Administrativo de Cundinamarca ratificó ayer su decisión de prohibir que el Ejecutivo entregue hasta US$ 370 millones, que se manejan a través del fondo de mitigación de emergencias que se creó por la pandemia.

Aunque la compañía liderada por Anco van der Werff había apelado la decisión y esperaba que se levantara el congelamiento de los recursos, preparó su plan financiero sin contar con esta opción.  

Así las cosas, propone entonces para el Tramo A -donde se había reservado un espacio para los gobiernos- unos US$ 446 millones del Grupo Ad Hoc de Accionistas; hasta US$ 187,5 millones de la firma global de capital privado, Advent International; y más de US$ 654 millones de terceros prestamistas. 

En tanto, para el Tramo B están previstos "US$ 722 millones de prestamistas de partes interesadas", según consta en los adelantos del documento de la aerolínea. 

Con todo esto, se cubre la deuda preexistente de US$ 733 millones y quedan, como nuevos fondos para el resto del proceso de reorganización, más de US$ 1.216 millones.

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Según fuentes cercanas al proceso consultadas por este medio, "todo apunta a que no habrá mayor problema en la audiencia del lunes". "El financiamiento DIP debería ser aprobado, pero lo que estaremos viendo es el impacto reputacional que todo esto va a terminar teniendo, después del pago de los bonos a ejecutivos", agregó.  

Pago de bonos

Avianca fue criticada en Colombia la semana pasada, luego de que se conociera que pagó a sus dos principales ejecutivos más de US$ 6 millones en bonificaciones en el mes de mayo, justo cuando anunciaba que se acogía al proceso de reorganización bajo el Capítulo 11.

Según los documentos del Tribunal de Quiebras presentados por la propia aerolínea, se pagaron a Van der Werff US$ 3,7 millones y al director financiero, Adrian Neuhauser, US$ 2,8 millones el 6 de mayo. Cuatro días después, la aerolínea solicitó la protección por bancarrota en EEUU.

La firma aclaró que los desembolsos estaban previamente contemplados y que eran "parte de un incentivo para los ejecutivos para mantener la continuidad de los servicios a través de su proceso" de bancarrota, que podría extenderse por más de un año.

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Pero, contaron las fuentes, entre los pilotos y encargados de empresas proveedoras de servicios en Colombia hay malestar. "Se les pide comprometerse hasta por cinco años en rebajas de salarios; los proveedores no saben cuándo les cancelarán por sus servicios, y están entregando bonos a los jefes", relataron.

Durante la pandemia, Avianca pidió a la mayoría de sus 20.000 empleados que tomaran permisos sin goce sueldo.