Se confirma la recuperación tras el inicio de la pandemia: PIB de Chile anotó un crecimiento récord en 2021
En el año, el avance fue de 11,7%, informó el Banco Central. Eso sí, en el último trimestre, la expansión del PIB fue de 12%, menor que la expectativa del mercado.
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Luego de una inédita contracción de 6% en 2020, el año de la irrupción de la pandemia, la economía chilena logró recuperarse en 2021 a un ritmo no visto antes.
Y es que en el segundo año de la crisis sanitaria, el Producto Interno Bruto (PIB) nacional alcanzó una expansión de 11,7%, de acuerdo al informe de Cuentas Nacionales publicado este viernes por el Banco Central. Este es el mayor avance desde que se tiene registro.
"Este crecimiento fue reflejo de la apertura gradual de la economía y de una mayor adaptación de los hogares y empresas al contexto sanitario y su evolución durante el año", precisa el instituto emisor. Agrega que, adicionalmente, "se observó un aumento en la demanda interna explicado en parte por las medidas económicas de apoyo a los hogares y empresas y a los retiros parciales de los fondos previsionales".
En el análisis sectorial, el reporte puntualiza que, desde la perspectiva del origen, todas las actividades mostraron cifras positivas el año pasado, a excepción de minería. Las de mayor incidencia en el alza del PIB fueron el comercio y los servicios personales, "sectores particularmente favorecidos por la mayor apertura de la economía y el aumento de la demanda". Además, indica que destacaron por su crecimiento las actividades de restaurantes y hoteles, construcción y transporte.
En el último trimestre del año, en tanto, la expansión del Producto fue de 12% frente al mismo período del año previo, un punto porcentual más baja que el 13% que proyectaba la media de economistas consultados por Bloomberg.
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Consumo e inversión
Desde la perspectiva del gasto, la demanda interna se mantuvo dinámica durante todo el año, impulsada por el desempeño del consumo de hogares. La inversión también contribuyó al resultado.
En el detalle, el consumo total en el país creció un 18,2% en todo el año pasado, y un 15% entre octubre y diciembre. De acuerdo al reporte, el crecimiento del consumo fue en gran parte explicado por un mayor gasto en servicios -restaurantes y hoteles y salud- y en bienes no durables -vestuario y alimentos-.
Se precisa que, en menor medida, el gasto en bienes durables también aportó al crecimiento, en particular en automóviles y productos tecnológicos. "El consumo de gobierno también aumentó, destacando los mayores servicios de educación pública, en línea con el aumento de la cobertura de las clases virtuales y el regreso paulatino a clases presenciales", detalla el Central.
La inversión, en tanto, logró un alza de 17,6% en todo el año, y de 19,9% en el último trimestre. El reporte precisa que "en el componente de maquinaria y equipo destacaron las mayores compras de maquinaria de uso industrial y vehículos de carga".
El panorama fue dispar para el comercio exterior, ya que las importaciones crecieron un 31,3% en el año y un 38,4% en el último trimestre, mientras que las exportaciones retrocedieron un 1,5% en 2021, y aumentaron un tibio 0,6% entre octubre y diciembre.
Destacaron en todo el año pasado las importaciones de automóviles y vehículos de carga, de productos tecnológicos, de maquinaria de uso industrial y de enseres domésticos. Por el lado de las exportaciones, contribuyó mayormente al resultado la caída en los envíos de cobre al exterior.
En el año en su conjunto, el ingreso nacional bruto disponible real creció un 15,9%, explicado por una mejora en los términos de intercambio. Y, en el mismo período, el ahorro bruto total ascendió a 25,3% del PIB en términos nominales, compuesto por un ahorro nacional de 18,8% del PIB y un ahorro externo de 6,6% del Producto.
Zoom sectorial
El año pasado, la actividad minera presentó una caída de 0,6%, explicada por la menor extracción de cobre. Esto contrastó con el aumento en la producción de minerales no metálicos y hierro, compensando parcialmente la baja del metal rojo. El reporte detalla que, en términos desestacionalizados, la actividad exhibió una aceleración en el último trimestre del año.
La actividad agropecuario-silvícola, en tanto, aumentó un 1,9% anual, liderada por la fruticultura, y en menor medida, por la silvicultura. Eso sí, la agricultura y ganadería prácticamente no registraron variación durante el año pasado.
En el rubro de la pesca, los mayores desembarques pesqueros explicaron el crecimiento del sector, de 5,1%. La acuicultura, en tanto, se redujo marginalmente, restando al resultado anterior, según el Central.
La industria manufacturera presentó un aumento generalizado en sus actividades, con una variación positiva total de 8,3% anual. Esta estuvo asociada principalmente a una baja base de comparación y un aumento en la demanda de sus productos, entre los que destacaron la elaboración de bebidas y tabaco y de productos metálicos, maquinaria y equipo.
La actividad de suministro de electricidad, gas, agua y gestión de desechos (EGA) registró una variación anual de 1,1%, explicada principalmente -según el banco- por la gestión de desechos y la distribución eléctrica. Esto contrastó, eso sí, con la reducción de la generación eléctrica, restando al resultado de la actividad.
La construcción volvió a reportar cifras positivas a partir del segundo trimestre del año, y en el conjunto de 2021 alcanzó un crecimiento de 13,6%, generalizado en las actividades que la componen.
La actividad comercial, que registró un alza de 22,6% en el año, evidenció un alto dinamismo, impulsada por todos sus componentes. El resultado estuvo determinado -detalla el informe- por una mayor apertura de la economía y por las transferencias fiscales y los retiros parciales de los fondos previsionales. En términos de incidencia, destacó el comercio minorista, seguido por el mayorista y automotor.
El transporte, en tanto, recuperó los niveles previos a la crisis sanitaria con un crecimiento de 12,9%, como consecuencia del levantamiento parcial de las restricciones a la movilidad asociadas a la crisis sanitaria, que afectaron con especial énfasis a las actividades relacionadas con el transporte de pasajeros.
Los servicios de programación lideraron a la actividad de comunicaciones y servicios de información, con un incremento de 8,9%, determinado por una mayor demanda tanto de los hogares como de empresas, en particular, del comercio y servicios empresariales.
Los servicios empresariales y personales revirtieron el resultado negativo del año anterior, y anotaron un crecimiento de 11,0% y 22,4%, respectivamente.