Nuevas tablas de mortalidad para calcular pensiones estarán vigentes desde el 1 de julio de 2023
La normativa emitida hoy para la aplicación de las nuevas tablas, permitirá reflejar los cambios en las expectativas de vida de la población a fin de asegurar una adecuada distribución del ahorro previsional durante el resto de su ciclo de vida.
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La Comisión para el Mercado Financiero (CMF) y la Superintendencia de Pensiones (SP) emitieron este viernes la norma que establece las nuevas tablas de mortalidad que estarán vigentes para el período entre 2023 y 2029, y que se utilizan para calcular la pensión de las y los afiliados y beneficiarios que se van a pensionar
Las nuevas tablas permiten "reflejar adecuadamente los cambios en las expectativas de vida de la población que se va a pensionar y asegurar una adecuada distribución de su ahorro previsional para aquellos que se jubilen bajo la modalidad de retiro programado, ofrecido por las AFP. Y en el caso de quienes se jubilen por rentas vitalicias , ofertada por la industria de seguros de vida, "la nueva norma determinará las reservas técnicas que las compañías de seguros de vida deben constituir para respaldar las rentas vitalicias de las y los asegurados y sus beneficiarios; y para calcular los aportes adicionales del seguro de invalidez y sobrevivencia y las reservas para respaldar el pago de dichos aportes", segun detalló el regulador.
Las nuevas tablas de mortalidad comenzarán a regir el 1 de julio de 2023 y no tienen efecto alguno sobre las personas que ya se encuentran pensionadas, así como tampoco para la aplicación y entrega de la Pensión Garantizada Universal (PGU).
Efectos en pensiones
Las actualizaciones de las tablas de mortalidad estiman una expectativa de vida a 2023 de 86,6 años para un pensionado hombre de 65 años de edad; y de 90,8 años para una pensionada mujer de 60 años de edad. Esto significa un aumento de aproximadamente seis meses en la expectativa de vida en el caso de los hombres y una disminución de cerca de cinco meses para las mujeres, respecto de las tablas vigentes desde 2016.
"La aplicación de las nuevas tablas llevará a que, en el caso de los hombres de 65 años, la primera pensión por retiro programado será un 1,7% menor respecto de lo que habrían recibido en caso de no reconocerse la mayor expectativa de vida", dijeron los reguladores. Mientras que en el caso de las mujeres de 60 años, "la primera pensión por retiro programado será un 0,8% más alta que la que habrían recibido de no haberse actualizado la expectativa de vida", agregaron.
Asimismo, la actualización de las tablas significará también un incremento de 0,14% en las reservas técnicas asociadas a las rentas vitalicias por parte de las compañías de seguros.
La actualización de tablas de mortalidad para el período 2023-2029 mantiene la edad máxima posible de 110 años para una persona pensionada y reconoce que la probabilidad de alcanzar esa edad máxima es muy baja. Es decir, "con las nuevas tablas se estima que, en 2023, un hombre de 65 años tiene un 0,02% de probabilidad de llegar a los 110 años, esto es equivalente a decir que 2 de cada 10.000 hombres llegarían a esa edad", explicaron.
A su vez, para una mujer de 60 años, en 2023, la probabilidad de alcanzar los 110 años es de un 0,22%, es decir, 2,2 de cada 1.000 mujeres llegarían a los 110 años de edad. En ambos casos, estas probabilidades no tienen variación significativa respecto de las tablas vigentes.
Cambios metodológicos
Las tablas de mortalidad se componen de la experiencia observada en el período más reciente de la población de pensionados; y los llamados "factores de mejoramiento", que van ajustando estas tasas en la medida que la mortalidad va disminuyendo producto de avances médicos y mejoras en la calidad de vida. En ese marco, esta vez "se consideró un cambio metodológico según el cual las tasas de mejora en la mortalidad en el largo plazo no mantendrán los niveles observados en los últimos años y, en cambio, convergerán a un nivel menor en el futuro", según detallaron los organismos reguladores. Ello "provocó que los ajustes a las tasas de mortalidad tuvieran un menor impacto en la estimación de la expectativa de vida, particularmente, en el caso de las mujeres, donde se tradujo en una disminución de la expectativa de vida y, por tanto, un leve aumento en la estimación de la primera pensión por retiro programado".
Tablas y covid 19
En los últimos dos años, la pandemia del COVID-19 tuvo un impacto importante en los índices de mortalidad, evidenciado en un aumento en el número de fallecimientos. Sin embargo, de acuerdo con el análisis conjunto de la CMF y la SP, en colaboración con la OCDE, "se prevé que en los próximos años la expectativa de vida regrese a la trayectoria previa a la pandemia, por lo que la mayor mortalidad experimentada durante 2020-2022 no debería ser considerada para la construcción de las nuevas tablas, las cuales comenzarán a regir el 1 de julio de 2023", indicaron.