Alejandro Ferreiro, exSuperintendente de Pensiones: “Hay buenas razones para ser cautelosos de las presuntas bondades de la administración estatal de fondos”
El exsuperintendente de Pensiones cuestiona las señales que ha dado hasta ahora el gobierno respecto de la futura reforma de pensiones y el rol de las AFP.
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El exsuperintendente de Pensiones y actual director de la aseguradora Confuturo, Alejandro Ferreiro, entra al debate sobre la reforma previsional, con una crítica a las señales que hasta ahora ha dado el gobierno.
El abogado dice no advertir razones para excluir a las AFP del flujo de las nuevas cotizaciones, “salvo una política simbólica, que básicamente recoge el espejo de una consigna”, en referencia a “No + AFP”.
“Si quiero estimular el desempeño profesional de los fondos en el sector estatal, lo mejor que puedo hacer es no conferirle la condición de monopolio”
“¿Por qué en democracia esta reforma va a dar menos libertades que (Augusto) Pinochet?”
También, cuestiona que, con lo que conoce de la propuesta del Ejecutivo, existiría menos libertad de elección para las personas que en los 80’, cuando la dictadura instauró el actual sistema.
“En un gobierno que presume ser el más democrático de los últimos 40 años, ¿qué razones políticas tendría para privar a las personas que lo prefieran de continuar en el sistema?”, cuestiona.
- ¿No es viable sacar a las AFP del esquema futuro?
- El punto es si la exclusión de las AFP equivale a la prohibición de gestión profesional de fondos por privados, de manera directa o indirecta, o si es una manera de eliminar a las AFP porque es un concepto “manchado”, pero la opción de gestión privada va a prevalecer de alguna manera. Esto va a depender de cómo el gobierno traduzca el “No + AFP” en el flujo, en la propuesta legislativa. Creo que lo que importa es preservar el ahorro y la gestión profesional de los fondos, bien regulada por el Estado.
- ¿Las cuentas nocionales permiten eso en fondos colectivos?
- Las cuentas nocionales son una manera de los sistemas de reparto de dar cierta garantía a las personas respecto de lo que obtendrán a cambio de cotizar. El problema de fijar una rentabilidad por parte del Estado es que es un “número mágico” y el retorno efectivo de esos fondos puede estar por debajo o por encima de los aportes. Si está por debajo, alguien podrá decir que se están quedando con su plata y si están por encima, va a haber un compromiso fiscal para pagar la diferencia.
- ¿Se puede comprometer una cifra?
- Es muy difícil, porque en general las rentabilidades pasadas son superiores a las futuras. Probablemente va a dar un número entre el 1,5% y 2,5% y la gente puede decir: “déjeme con la AFP ¿por qué me está privando de eso?”
La dictadura en los 80’, -que no le preguntaba a nadie- le concedió el derecho a los cotizantes del sistema antiguo a permanecer en las cajas. ¿Por qué en democracia, esta reforma va a dar menos libertades que (Augusto)Pinochet?
- Pero el stock podrá dejarse en la AFP y sólo los nuevos ahorros, no.
- ¿Y por qué no? Evidentemente no puedo pretender excluirme de la solidaridad. El 6% que vaya al componente solidario. Pero que el 10% de cotización, que me va a ofrecer un sistema de ahorro colectivo o cuenta nocional, que sea opcional.
Rol del Estado
- A futuro se podría migrar desde la AFP al sistema estatal, pero sin retorno.
- Va a ser fiscalmente el peor negocio del Estado ¿Quién se va a cambiar? El que con poca plata vea que le conviene más el sistema público y el Estado va a tener que subsidiar esa relación.
- ¿El Estado puede igualar el retorno de las AFP?
- Puede y la probabilidad de que lo logre es mayor si hay competencia. Si quiero estimular el desempeño profesional de fondos en el sector estatal lo mejor que puedo hacer es no conferirle la condición de monopolio y generar un mecanismo de competencia en paralelo.
- ¿Qué riesgos ve en eso?
- Que todo el flujo sea administrado por un ente estatal de débil gobernanza, con interferencia política, como ocurrió con el retiro de fondos del 10%. Ese riesgo se acrecienta en el borrador de la nueva Constitución.
Hay buenas razones para ser cauteloso respecto de las presuntas bondades de la gestión estatal de administración de fondos y, al menos, ofrecer la alternativa de gestión profesional por privados, correcta y estrictamente regulada por el Estado.
- ¿Ve favorable la aprobación de la reforma en el Congreso?
- Todos los gobiernos han intentado cerrar un proyecto y ninguno lo ha logrado, así que algo tiene que aprender este gobierno de los fracasos anteriores para evitar morir en el intento nuevamente. A diferencia de 2008, no hay elementos que fuercen los parlamentarios a votar a favor, entonces hay que tener mucha delicadeza política, generando opciones para para todos los gustos.
- El gobierno confiaría en que se preferirá un ente público sobre las AFP.
-Más que confiarse en la condición estatal hay que preocuparse de la condición monopólica. No se debe tratar de forzar a todos a un mismo traje y se debe dar la opción, en igualdad de condiciones, para que las personas busquen el esquema que más confianza les merezca.
- ¿Dónde queda la mejora a las pensiones?
- En Chile queremos tener mejores pensiones, pero hemos preferido echarle la culpa a la AFP cuando, en rigor las pensiones son lo que yo he ahorrado, dividido por la expectativa de vida al momento de jubilar. Ahorrar más supone un sacrificio de renta líquida que ni las personas quieren asumir, ni los gobiernos quieren imponer.