Fitch Ratings: "La minería de criptomonedas en EEUU podría presentar riesgos de suministro de energía"

La agencia internacional de calificación crediticia, Fitch Ratings, afirmó este lunes en una nota que "la minería de activos digitales o criptomonedas en EEUU podría presentar riesgos de suministro de energía para las empresas de servicios públicos de energía a menos que se mitiguen lo suficiente".

De acuerdo a datos de la Universidad de Cambridge, Estados Unidos es el segundo país en el mundo con mayor consumo eléctrico, ubicándose solo por detrás de China. En términos de minería de Bitcoin, concentra el primer lugar con un 35,40% de hashrate (potencia utilizada para minar y procesar transacciones en una red).

Lo anterior, se dio luego de que el banco central de China declaró ilegal las transacciones con criptomonedas, causando una retirada masiva de los “mineros” a otros países vecinos como Kazajistán.

En esta línea, desde la calificadora explican que debido a la abundante generación hidroeléctrica de bajo costo, estados como Washington y Texas se han convertido en lugares atractivos para instalar centros de datos. Sin embargo, recalcan que "las operaciones de criptominería son entidades sensibles al precio que pueden reducirse rápidamente o cerrarse si la minería se vuelve antieconómica". 

"Hasta la fecha, las empresas de servicios públicos de energía calificadas por Fitch han limitado con éxito su riesgo al restringir el alcance de las operaciones de criptominería en su área de servicio o al definir sus compromisos de adquisición de energía de una manera que protege a la empresa de servicios públicos de la falta de pago, incluso debido a un cierre repentino de la instalación minera", detallan.

Riesgos a la vista

Pese al auge que ha tenido este sistema, desde Fitch Ratings afirman que las operaciones de criptominería suelen generar muy pocos beneficios económicos adicionales en forma de empleos o negocios auxiliares para una economía local.

De igual manera, destacan que uno de los principales riesgos es que cierre la operación de criptominería, y que sean las empresas de servicios públicos las que se queden con activos varados y costos que luego deben recuperarse, generalmente, por parte de los clientes en forma de aumentos de tasas.

"El aumento de los costos o la reducción de las reservas podrían generar una presión crediticia negativa si se reducen los márgenes operativos; De manera similar, una menor liquidez podría conducir a un perfil financiero general más débil", explican. 

“La naturaleza volátil y no regulada de la criptominería y la gran afluencia de solicitudes de carga llevaron a varias empresas de servicios públicos de Washington a adoptar nuevas prácticas a partir de 2014 para mitigar la exposición a entidades de criptominería, incluidas moratorias de carga de criptomonedas, estructuras de tasas en evolución para capturar el riesgo de salida de una industria de alto riesgo, y límites definidos de concentración de clientes”, añaden.

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Prevención

A partir de lo anterior, la calificadora destaca que el riesgo de que una operación minera no cumpla con sus obligaciones de compra "se puede reducir a través de garantías de pago respaldadas por líneas de crédito o depósitos en efectivo y/o estructuras de tasas que requieren que los criptomineros proporcionen cronogramas de carga estimados y pagos por mejoras de capital por adelantado". 

En tanto, también afirman que, para las empresas con un desequilibrio entre la oferta y la demanda, es factible invertir en nuevas instalaciones de generación, firmar nuevos acuerdos de compra de energía a largo plazo o adquirir energía a través de compras en el mercado en tiempo real para atender una carga adicional de criptominería. 

"Los costos de capital para las mejoras de interconexión y transmisión generalmente los asumen los mineros en forma de pagos por adelantado a las empresas de servicios públicos, lo que limita el riesgo de recuperación de los gastos de capital para la empresa de servicios públicos", concluyen.