El fallo que puso en jaque a la SEC en casos de información privilegiada
Sin embargo, no tendría efecto en la demanda contra Juan Bilbao.
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Si hay un término que está "de moda" es, definitivamente, el de uso de información privilegiada.
Esto porque las alzas en el precio de las acciones de empresas que poco después anunciarían ventas, compras, planes de inversión, entre otros casos, ha llevado a que el rutinario proceso de oficiar a las corredoras por determinados movimientos "anómalos" en los títulos, que realizan la Bolsa de Comercio de Santiago (BCS) y la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) se intensifiquen.
Ejemplos sobran: CGE, Habitat, Cencosud, a lo que se podría sumar CAP, cuyas variaciones de momento se mantienen dentro del marco de la especulación, por los rumores que apuntan a que podría haber un "reordenamiento societario" que incluiría la fusión de la acerera con su matriz, Invercap. Pero eso es sólo un rumor.
Ahora, el caso que significó pasar a las ligas mayores en este asunto es el de Juan Bilbao y Tomás Hurtado, demandados en EE.UU. por la Security and Exchange Commission (SEC), por haber realizado operaciones con eventual uso de información privilegiada antes de que se anunciara la OPA que lanzó Abbott sobre CFR.
Y el asunto cobra especial relevancia si es que se considera que uno de los delitos en los que el regulador norteamericano ha señalado que tomará todas las medidas para erradicarlo, es, justamente, el que se le imputa a los chilenos.
Sin embargo, a comienzos de año un tribunal de apelaciones de Nueva York le propinó un duro golpe al equipo legal de la SEC.
Esto luego de que se dictara un fallo que podría tener repercusiones en la definición que se hace de lo que anteriormente se conocía a nivel local como un "dato", y la forma en la que se puede comprobar.
El caso, en el que la SEC pedía condenar a dos portafolio managers de los fondos de inversión Diamondback Capital y Level Global Investors, tuvo un desenlace en el que se sostiene que para configurar el delito, los fiscales debían demostrar que quien había dado el dato había recibido un beneficio como consecuencia de ello, además que quien se podía considerar como el usuario final, sabía que el dato había sido obtenido de manera ilegal. Así, las condenas de ambos ejecutivos fueron revertidas.
Luego de ello, el regulador pidió un nuevo procedimiento, buscando cambiar la decisión. Sin embargo, la posibilidad de que esto ocurra es considerada muy baja; la otra opción es que el caso llegue a la Corte Suprema.
Mientras esto se decide, el fallo ya ha tenido efectos.
El primero de ellos se podría considerar sorprendente, luego de que un juez decidiera desestimar las declaraciones de cuatro acusados que reconocieron su culpabilidad ante la SEC (buscando una sentencia menor) en el marco de operaciones que realizaron en el período anterior a que IBM anunciara la compra de una firma de software, en 2009.
El magistrado citó el controvertido fallo de los portafolio managers para tomar esta determinación.
Las operaciones de Bilbao
Comenzaron las compras de ADS
Según los documentos de la SEC, dos días después de que Bilbao conociera la propuesta de Abbott de adquisición de CFR (firma de la que era director), el 12 de marzo de 2014, comenzó una serie de compras de ADS de CFR, las que continuaron hasta el 7 de mayo de ese año, nueve días antes del anuncio del acuerdo entre Abbott y CFR.
Hurtado lo sigue
Tomás Hurtado también compró ADS de CFR. El 29 de abril y 6 de mayo de 2014, adquirió 35.000 ADS de CFR totalizando
US$ 717.710,5 con su propia cuenta de corretaje. "Esas compras ocurrieron al mismo tiempo que las dos compras que colocó para Bilbao en esas fechas", señalan los documentos.
Cuenta Somerton
Bilbao ejecutó las compras a través de una cuenta de corretaje de la cual era beneficiario ('la cuenta Somerton'), "usando a Hurtado, quien estaba investido con autoridad para transar con la cuenta, para colocar sus órdenes", según la SEC.