La disrupción de la tecnología en la industria financiera ha estado en el centro de las miradas, en particular en lo que respecta a regulación, pero desde una de las compañías miembro de la comunidad de las firmas tecnológicas relacionadas con los financiero –las FinTech–, destacan lo fundamental de hacer una regulación que promueva la llegada de innovadores y emprendedores al país.
Para Cristóbal Avilés, gerente general para América Latina de Capitaria, este es el momento clave para que Chile tome los pasos necesarios para convertirse en un polo de la innovación financiera dentro de la región.
-¿Qué es lo más importante en una regulación de FinTech en el país?
-La oportunidad es que Chile se transforme en una cuna del mundo FinTech, pero eso va mucho más allá de prohibir o permitir ciertas cosas. Se trata de generar un cambio de cómo se mira la industria financiera. Más que entrar en el detalle de qué afecta a cada una de las industrias, es dar la posibilidad de que entre la innovación. También es importante preocuparse de los consumidores y la estabilidad financiera. Esas son las dos cosas que hay que tener en la balanza.
-¿Creen que los reguladores nacionales tengan esa visión?
-Desde nuestra experiencia, hay un cambio. Antes no era tema. Ahora hay una asociación de FinTech y eso es súper positivo. Nosotros nos hemos reunido con algunas autoridades, con la CMF. Pero ahora viene el desafío. Hay que pasarlo al papel y que lo que salga de ahí sea algo que realmente logre posicionar a Chile como cuna del FinTech para Latinoamérica.
-Desde la industria se critica fuertemente la ley FinTech de México. ¿Comparte la opinión?
-México se atrevió a lanzar la ley, pero finalmente no está provocando que los innovadores y emprendedores de la región se vayan para allá. Hoy se ve que hay más trabas que soluciones a los problemas.
-¿Qué rescatan de la experiencia de regularse en Inglaterra?
-Primero, cuando llegas con una idea nueva al mercado financiero pasas por un proceso muy bueno y entras a un sandbox donde ellos estudian tu negocio. Ahí te abren un pequeño porcentaje del mercado con un plazo. Si eso funciona bien, te abren el abanico. Después de un año te destraban para ofrecérselo a todo el mundo.
Después hay otra parte, que la vivimos nosotros, porque no fuimos a buscar un negocio nuevo. Ahí te topas con hartas sorpresas, también positivas. Ellos tienen distintos tipos de licencia y te ponen un oficial que conoce a tus socios, tu modelo de negocios, tus proveedores. Es un tipo que efectivamente te va regulando, pero también te va guiando.
-Por el lado del negocio del forex tampoco hay regulación en Chile, y ha tenido controversias. ¿Creen que debería regularse por ese lado también?
- A mí me encantaría, en vez de tener que ir a regularme a Inglaterra que esto se haga desde Chile. Hoy es una industria que lleva casi 15 años en el mercado.
-Ya que están instalados en el Reino Unido, ¿están pensando expandirse a otros mercados?
-Hoy Capitaria tiene oficinas en Uruguay y Perú, y el broker inglés, que es distinto, va a también ofrecer entrada al mercado a otro tipo de clientes en Latinoamérica. La licencia que fuimos a buscar es para institucionales.
-¿Y planean abrir oficinas en más países latinoamericanos?
-No mucho. Siendo sincero, si esto se regulara en Chile, yo sería más agresivo en ir a abrir más oficina. Ahora, el concepto de abrir oficinas también ha cambiado. Ahora lo que haces es ir a ofrecer tus servicios a otros países, y eso está en la cabeza de todos los que estamos metidos en FinTech.
-¿Ven fricción entre el mundo FinTech y la industria financiera tradicional, como en el caso de la demanda entre bancos y empresas de criptomonedas?
-Primero que todo, hay una realidad. La tecnología está llegando y la industria financiera en sí es una industria que tiene muy poca tecnología. Como país, tenemos que hacernos cargo. Pueden existir ciertos roces, pero somos todos participantes de este sistema y no veo que sea unos u otros. Esto es complementario.