El cobre está en sus niveles más altos del año pero ¿qué pasa si llega a US$ 3?
Un informe de BBVA señala que uno de los principales efectos serán los mayores ingresos fiscales efectivos por en torno a US$ 2.800 millones.
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El precio del cobre experimentó hoy un fuerte salto en la Bolsa de Metales de Londres que lo situó en US$ 2,6 por libra, uno de los niveles más altos del año.
Se trata de un hecho importante para las arcas del país ya que es el principal producto de exportación y representa la mayor fuente de ingresos del fisco toda vez que recibe de Codelco todas sus utilidades.
El precio ha tenido un comportamiento extraño en las últimas semanas. La libra reaccionó al alza tras el triunfo del Donald Trump y se ha mantenido en altos valores pese al aumento del dólar a nivel global que habitualmente tiene impacto negativo en su cotización.
En ese contexto, algunos expertos ven a la libra con precios en torno a estos niveles en los próximos días, algo que sin duda agradecerá Hacienda y el ministro Valdés.
En ese contexto, BBVA hizo un ejercicio tendiente a proyectar qué es lo que sucedería si esta materia prima llega hasta los US$ 3 y se mantiene en esa cota durante todo el próximo año.
Según la institución, esto podría suceder:
1. En cuanto a la actividad minera, con un precio del cobre de US$ 3/lb. es probable que se reactiven algunos proyectos detenidos con la caída del precio, lo que ciertamente tendría efectos positivos en la actividad y en la demanda de trabajo del sector, generando externalidades positivas sobre otros sectores económicos. Sin embargo, aquello requerirá no solo de la permanencia del precio del metal en niveles altos, sino que también condiciones financieras adecuadas de las empresas mineras, afectadas en lo más reciente de costos altos y balances deteriorados. No estaría garantizado que el positivo shock de términos de intercambio aumento o acelere inversión en el sector minero global con la velocidad observada en el pasado. Por cierto que otro efecto de este escenario hipotético es que las negociaciones salariales que se avecinan serán mucho más complejas, con demandas de los trabajadores que se incrementarían de la mano de los mayores precios.
2. En relación con la situación fiscal, si el precio del cobre sube a US$ 3/lb. y se mantiene en ese nivel todo el próximo año, implicaría una mejora en el balance fiscal efectivo, estimado en 3,3% del PIB por el gobierno (tomando como base la expansión del gasto discutida en Congreso en el marco de la Ley de Presupuestos). En efecto, el mayor precio del cobre tiene un impacto directo en los ingresos vinculados a la minería (cobre bruto y minería privada) que estimamos en torno a US$ 2.800 millones (cerca de US$35 millones por cada centavo de dólar). Lo anterior asume un tipo de cambio más apreciado. Estos mayores ingresos irían directamente a mejorar los ingresos efectivos, a reducir el déficit fiscal efectivo y las necesidades de financiamiento (emisión de deuda soberana) para el próximo año. En este caso, el déficit fiscal efectivo, estimado por el gobierno en 3,3% del PIB el próximo año, sería 2,2% del PIB.
3. En el caso descrito en el párrafo anterior y si nada más cambia, por cierto, la situación fiscal estructural del gobierno no cambia mayormente, toda vez que el gasto está fijo por ley y los ingresos fiscales estructurales están determinados por los parámetros calculados por los comités de expertos este año.
4. Una eventual alza y mantención del precio del cobre en US$3/lb. podría generar una discusión respecto de si corresponde revisar el precio de referencia del cobre (precio promedio para los próximos 10 años). Esta es una decisión autónoma de expertos independientes, citados para tal efecto por el Ministerio de Hacienda.
5. ¿Qué pasa si el Ministerio toma la postura de "simetría" y hace una consulta anticipada? Más aún, ¿qué pasa si los expertos suben el precio de referencia del cobre? La situación fiscal estructural del gobierno mejora de forma automática y, en ese caso, podríamos ver presión (injustificada desde un punto de vista estructural) por mayor gasto público tan pronto como a inicios del próximo año. La regla fiscal no entrega espacios de mayor gasto, incluso con un aumento del precio del cobre de referencia. Si asumimos que el precio de referencia del cobre se revisa desde US$ 2,56/lb. a US$ 3,0/lb., estimamos que significaría una disminución del déficit estructural a una cifra menor a 1% del PIB en 2016 y 2017. Eso significa que, aún con un precio del cobre de referencia mayor, para seguir cumpliendo con la meta de convergencia, los ingresos estructurales no entregarían mayor espacio para gasto, sino sólo mejorarían la situación estructural de las cuentas públicas. Esto no quita, por cierto, que el Ministro de Hacienda tenga que enfrentar presiones políticas por mayor expansión de gasto.
Si la consulta a los expertos se hace en los plazos habituales, es decir, en torno a julio del próximo año y conociéndose los resultados en agosto, los tiempos para aumentar el gasto público son más acotados, aunque las presiones igual existirían, más aún considerando que el próximo es un año de elecciones y es el último de este gobierno.
6. En cualquier caso, si el precio del cobre efectivo y de referencia aumentan a US$ 3/lb., y se mantiene el nivel de gasto de la Ley de Presupuestos, la mayor disponibilidad de ingresos por aproximadamente US$2.800 millones reduciría las necesidades de emisión de deuda en igual magnitud, lo que debería ser asumido de esta manera en la formación de precios para los instrumentos soberanos por parte de los agentes financieros toda vez que significaría menor oferta potencial.