El presidente francés, Nicolas Sarkozy, presentó
hoy un plan de 166 medidas para reformar el funcionamiento de la administración
que pretende ahorrar 7.000 millones de euros en los próximos tres años, sobre
todo mediante la reducción del número de funcionarios.
La principal medida de este dispositivo que se aplicará entre 2009 y 2011, del
que se espera la mitad del ahorro programado, es la no sustitución de uno de
cada dos funcionarios que se jubilen en esos años, lo que representará en total
105.000 empleos suprimidos.
El resto vendrá de la revisión de las políticas de intervención, en particular
de vivienda, empleo y ayuda a las empresas, así como una simplificación de las
estructuras de la
Administración central.
Con este paquete de medidas, presentadas con motivo del segundo Consejo de
Modernización de las Políticas Públicas, Sarkozy se mostró convencido de que
"el equilibrio de nuestras finanzas (públicas) en 2012 está a nuestro
alcance, sin cuestionar la calidad y la eficacia de nuestras políticas
públicas".
Una alusión al "déficit cero" en 2012, un compromiso del mismo
Sarkozy ante sus socios europeos, que de hecho le pedían que cumpliera ese
objetivo en 2010.
El problema es que la meta de Francia ahora es un déficit público para este año
del 2,5% del Producto Interior Bruto (PIB), en lugar del 2,3% que había
establecido anteriormente, después de que el pasado año se cerrara con números
rojos en las cuentas públicas equivalentes al 2,7% del PIB, en lugar del 2,4%
esperado.
Hoy el presidente francés argumentó que "no son los ahorros los que hacen
la reforma, sino la reforma la que permitirá el ahorro. Es la diferencia entre
rigor y reforma", en un mensaje dirigido a la oposición de izquierdas, que
lo ha estado acusando las últimas semanas de preparar un "plan de
rigor".
Para disminuir el gasto, se controlarán mucho más los contratos subvencionados,
que se limitarán a los demandantes de empleo, y se restringirán las
prejubilaciones.
En el terreno de la vivienda, se rebajará el nivel de ingresos que da derecho a
solicitar una vivienda social, a la que ahora tiene teóricamente derecho el 70%
de la población, una proporción que bajará al 60%.
Se suprimirán las primas pagadas a los funcionarios que al jubilarse deciden ir
a vivir a los departamentos o a los territorios de ultramar.
En el terreno de la defensa, los tres ejércitos deberán compartir los servicios
administrativos, para lo cual se crearán unas 90 bases, cada una de las cuales
tendrán competencia sobre un determinado sector geográfico.
Una treintena de embajadas se transformará en "puestos de presencia
diplomática" con un formato más ligero.
A menos de tres meses de que Francia ejerza durante el segundo semestre la
presidencia del Consejo Europeo, el ministro del Presupuesto, Eric Woerth,
aseguró que el plan de medidas de Sarkozy no se ha tomado "bajo
presión" de la
Comisión Europea, que le había pedido equilibrar las cuentas
públicas para 2010.