Internacional
Sanofi lidera carrera por vacuna contra el dengue y revoluciona multimillonario mercado
Casi la mitad del mundo está expuesto a la fiebre, endémica en Australia, Tailandia y México.
Por: | Publicado: Jueves 7 de junio de 2012 a las 05:00 hrs.
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Tras 70 años de búsqueda, la victoria sobre la dolorosa e intensa fiebre del dengue estaría cerca y la batalla por desarrollar la primera vacuna contra la enfermedad la ganaría el laboratorio francés Sanofi.
La empresa con sede en París espera resultados positivos en septiembre de un ensayo clave entre niños de Tailandia, con lo que colocaría en el mercado en 2015 una inmunización para prevenir alrededor de 100 millones de casos de infección con dengue cada año. De las 20.000 muertes anuales que produce la enfermedad, muchos son niños.
Para Sanofi, que invirtió 350 millones de euros (US$ 440 millones) en una nueva fábrica francesa para crear la vacuna de tres dosis, esto podría significar 1.000 millones de euros anuales en ventas, dado que la mitad del mundo (más de 40% según la OMS) está expuesto a la enfermedad, sobre todo en ciudades tropicales de rápida expansión como Río, México, Manila y Mombai.
Al igual que su rival GlaxoSmithKline, cuya vacuna contra la malaria, estrenada en octubre de 2011, se ha mostrado prometedora contra esa enfermedad, Sanofi además se está preparando para la presión de hacer que su inmunización sea accesible a los miles de millones de personas demasiado pobres como para pagar un precio de mercado.
Para las clases medias de Latinoamérica y Asia, probablemente un gasto por una vacuna se justificará. Sin embargo, el dengue es más letal para las poblaciones más pobres, que no tienen dinero para la inmunización y es menos probable que puedan acceder a ayuda médica.
Bien posicionado
La vacuna de Sanofi promete ser un éxito comercial para la firma francesa, que necesita refrescar su cartera, debilitada por la pérdida de varias patentes importantes. El laboratorio galo pedirá aprobación comercial en los países donde el dengue es endémico -como Australia, Malasia, Singapur, Tailandia y México- en 2013, lo que sugiere que la luz verde de los reguladores llegaría en 2014 y el lanzamiento comercial sería en 2015.
Las solicitudes de autorización en otros países y para los mercados de viajeros serían en 2014 y 2015. De esta manera, la vacuna podrá salir al mercado hasta cinco años antes que sus rivales, como Inviragen y la misma GSK, cuyas propias vacunas en desarrollo están en fases menos avanzadas que la de Sanofi.
Asimismo, las pruebas iniciales de la vacuna de Sanofi demostraron una respuesta inmune equilibrada contra los cuatro tipos de dengue. Al optimismo se sumó Duane Gubler, de la Escuela de Graduados Médicos de Duke en EEUU, que ha investigado el dengue por cuatro décadas. “Creo que será una vacuna mucho mejor que la de la malaria”, contó a Reuters.
El experto además agregó que espera una tasa de eficacia de por lo menos entre 75% y 80%, muy por encima del 50%, lo registrado con la inmunización de la malaria de GSK.
La enfermedad de la malaria ya le cuesta al continente africano US$ 12.000 millones anuales, golpeando su productividad a través de la fuerza laboral. Además, el financiamiento para combatirla se multiplicó más de diez veces desde los US$ 100 millones que representaba en 2003 a US$ 1.500 millones en 2010.
La empresa con sede en París espera resultados positivos en septiembre de un ensayo clave entre niños de Tailandia, con lo que colocaría en el mercado en 2015 una inmunización para prevenir alrededor de 100 millones de casos de infección con dengue cada año. De las 20.000 muertes anuales que produce la enfermedad, muchos son niños.
Para Sanofi, que invirtió 350 millones de euros (US$ 440 millones) en una nueva fábrica francesa para crear la vacuna de tres dosis, esto podría significar 1.000 millones de euros anuales en ventas, dado que la mitad del mundo (más de 40% según la OMS) está expuesto a la enfermedad, sobre todo en ciudades tropicales de rápida expansión como Río, México, Manila y Mombai.
Al igual que su rival GlaxoSmithKline, cuya vacuna contra la malaria, estrenada en octubre de 2011, se ha mostrado prometedora contra esa enfermedad, Sanofi además se está preparando para la presión de hacer que su inmunización sea accesible a los miles de millones de personas demasiado pobres como para pagar un precio de mercado.
Para las clases medias de Latinoamérica y Asia, probablemente un gasto por una vacuna se justificará. Sin embargo, el dengue es más letal para las poblaciones más pobres, que no tienen dinero para la inmunización y es menos probable que puedan acceder a ayuda médica.
Bien posicionado
La vacuna de Sanofi promete ser un éxito comercial para la firma francesa, que necesita refrescar su cartera, debilitada por la pérdida de varias patentes importantes. El laboratorio galo pedirá aprobación comercial en los países donde el dengue es endémico -como Australia, Malasia, Singapur, Tailandia y México- en 2013, lo que sugiere que la luz verde de los reguladores llegaría en 2014 y el lanzamiento comercial sería en 2015.
Las solicitudes de autorización en otros países y para los mercados de viajeros serían en 2014 y 2015. De esta manera, la vacuna podrá salir al mercado hasta cinco años antes que sus rivales, como Inviragen y la misma GSK, cuyas propias vacunas en desarrollo están en fases menos avanzadas que la de Sanofi.
Asimismo, las pruebas iniciales de la vacuna de Sanofi demostraron una respuesta inmune equilibrada contra los cuatro tipos de dengue. Al optimismo se sumó Duane Gubler, de la Escuela de Graduados Médicos de Duke en EEUU, que ha investigado el dengue por cuatro décadas. “Creo que será una vacuna mucho mejor que la de la malaria”, contó a Reuters.
El experto además agregó que espera una tasa de eficacia de por lo menos entre 75% y 80%, muy por encima del 50%, lo registrado con la inmunización de la malaria de GSK.
La enfermedad de la malaria ya le cuesta al continente africano US$ 12.000 millones anuales, golpeando su productividad a través de la fuerza laboral. Además, el financiamiento para combatirla se multiplicó más de diez veces desde los US$ 100 millones que representaba en 2003 a US$ 1.500 millones en 2010.