El titular del caso Bankia en la Audiencia Nacional, el juez Fernando Andreu, imputó a 78 ex consejeros y ex directivos de Caja Madrid por presuntos delitos de administración desleal o apropiación indebida.
El magistrado explicó que lo fundamental a partir de ahora es dilucidar el concepto por el que se emitieron y entregaron las tarjetas de crédito no declaradas, denominadas "black".
Andreu cree que las tarjetas se podrían explicar de dos formas, ambas irregulares: que fueran tarjetas de empresa, lo que no tiene "soporte documental"; o que fueran una forma de retribución, ante lo que tampoco entiende que muchos no las usaran o que no llegaran al límite establecido.
"Procede investigar si la conducta de los directivos de las entidades bancarias que hicieron uso de las tarjetas hubieran podido cometer el delito de apropiación indebida de las sumas que, irregularmente, gastaron con las mismas, y por ello tenerles como imputados en la presente causa", señaló.
Desde balnearios a entradas de cine
Dinero en efectivo, joyas, hoteles, ropa, alcohol y hasta arte sacro. En esos y otros asuntos personales los más de 80 ex consejeros y ex directivos de Caja Madrid que poseían una tarjeta black gastaron 15,5 millones de euros
(US$ 17,48 millones).
En concreto, alrededor de 15% fue empleado en viajes y desplazamientos; más de 11%, en centros comerciales, y alrededor de 10%, en restaurantes. También importante fue el porcentaje gastado en hoteles -algo más de 8%- y en ropa y complementos. Asimismo, un capítulo importante del gasto -más del 13%, unos 2 millones de euros-, corresponde a otros gastos no especificados.
El desglose detallado de los gastos revela que los ex consejeros y exdirectivos de Caja Madrid usaron la tarjeta "b" para cosas tan variadas como entradas de cine, balnearios con campos de golf, discotecas y salas de fiestas.
Ildefonso Sánchez-Barcoj, ex director general de Caja Madrid y considerado como el responsable de las tarjetas opacas, fue el que más dinero gastó, con 484.200 euros; Miguel Blesa, ex presidente de la entidad se sitúa en el cuarto lugar, con 436.700 euros, mientras que Rodrigo Rato, ex presidente de Bankia gastó 44.200 euros.
Blesa gastó 136 mil euros en restaurantes, vinos y ropa, mientras que Rato destinó 8 mil euros a ropa y joyas, además de retirar 15.700 euros de cajeros. El más sibarita fue el ex presidente, Gerardo Díaz Ferrán, que gastó 70 mil euros en cenas.
Relojes de 12 mil euros
Además de las tarjetas black, la firma repartió en 2007 relojes de lujo a sus directores valorados en 12 mil euros, para celebrar el tercer centenario de la entidad, pese a que este de cumplió en 2002. Algunos consejeros pidieron canjear el regalo por dinero. Un escrito de la Fiscalía Anticorrupción, cita un correo enviado por el entonces secretario del consejo, Enrique de la Torre, a Sánchez Barcoj: "Me pregunta (Alberto Recarte) también el tema del reloj.
Si no me equivoco lo pueden devolver y le ingresamos la pasta. ¿Cuánta pasta es?". El director financiero respondía: "El reloj es cerca de 12.000 euros, y que me lo envíe y yo le doy cheques regalo del C. Inglés". El consejo estaba compuesto por 21 miembros.