El deterioro en las condiciones financieras globales encuentra a Brasil con un balance externo fuerte y reservas internacionales significativas, pero también con una posición macroeconómica complicada, dijo el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, sigla en inglés), en un reciente informe.
Segundo el IIF, la elevada inflación limita la capacidad del país de recurrir a la depreciación de su moneda para absorber un shock, llevando a la política monetaria a un camino pro-cíclico.
Pese al ciclo de alzas en la tasa Selic, que el miércoles fue elevada de 10,75% a 11%, la inflación continúa peligrosamente elevada, pudiendo subir más en los próximos meses, debido a los riesgos de escasez derivados de una larga sequía, dijo el IIF.
Para la instituición, el ciclo de endurecimiento monetario debería terminar con la última alza, debido a las expectativas de que los aumentos ya aplicados van a afectar la dinámica de la inflación con un rezago.
“Creemos, sin embargo, que la restricción monetaria tendrá que ser reanudada en el cuarto trimestre, con lo que la tasa Selic llegaría por lo menos a 12,25% a finales de 2015”, dijo el IIF.
Al comentar sobre la política monetaria en las economías emergentes, el IIF coloca a Brasil entre los países que iniciaron el proceso de alzas en las tasas de interés antes, al lado de la India e Indonesia. Para la institución eso ayudó a mantener la credibilidad de la política y estabilizar la moneda, a pesar de las condiciones de financiación más difíciles para estos países.
Según la institución, una combinación de políticas desequilibradas y las limitadas reformas han pesado en el crecimiento brasileño.
Pese a ello, el IIF elevó las proyecciones de expansión para Brasil. En 2014, la previsión se elevó de 1,4% a 1,6%, y para 2015 subió de 2,1% a 2,2%.