El presidente de Transpetro, Sergio Machado, solicitó ayer la suspensión de su cargo en medio de nuevas acusaciones en el marco de la "Operación Lava Jato" en la que la Policía Federal de Brasil investiga un esquema de desvío multimillonario de recursos de Petrobras.
El ex director de Abastecimiento de la estatal, Roberto Costa, uno de los implicados en el caso, aseguró haber recibido 500 mil reales (US$ 198 mil) de Machado, quien lo niega.
"La acusación (de Costa) es francamente frívola y absurda, sin embargo, sirvió para que los auditores externos de PwC presentaran cuestionamientos ante el comité de auditoría del consejo de administración de Petrobras", dijo Machado, quien lleva once años al frente de la filial de Petrobras. La estatal nombró como sustituto temporal a Claudio Campos, director del área de Gas Natural.
Las averiguaciones realizadas por PwC se hicieron públicas el viernes, cuando la reunión de la junta de directores de Petrobras en Río de Janeiro fue interrumpida por el ministro de Hacienda, Guido Mantega, quien preside la junta directiva.
En ese momento, sin embargo, no estaban claras las razones por las que la auditora cuestionaba el balance de Petrobras.
Ayer, sin que el consejo hubiese tomado la respectiva decisión sobre las exigencias de PwC sobre una mayor investigación del supuesto esquema de corrupción, Machado decidió "espontáneamente" pedir un permiso sin sueldo para los próximos 31 días. "Tomo la iniciativa de alejarme temporalmente para que sean hechas, de forma indiscutible, todas las investigaciones necesarias", afirmó.Según averiguó Valor, la salida de Machado sería permanente aunque se anuncie como licencia. Además, dado el vínculo personal de Machado con el presidente del Senado Renan Calheiros, su salida afectaría también a la presidenta ahora que necesita el apoyo de la cámara.