Portugal se quedó sin financiamiento y finalmente aceptó negociar un rescate
Las autoridades de Lisboa colocaron ayer bonos por US$ 1.400 millones, pero las tasas de interés de los títulos prácticamente se duplicaron en las últimas semanas a niveles que ya eran “insostenibles”.
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Portugal no pudo contra las expectativas y finalmente tuvo que rendirse a la realidad. A casi un año de que los mercados comenzaran a especular con un rescate de la economía lusa, las autoridades de Lisboa iniciaron ayer las negociaciones con la Comisión Europea para un paquete de ayuda, luego de que se quedaran sin acceso al financiamiento en los mercados.
Aunque no hay una declaración oficial, se estima que el desembolso sería de entre 60 mil millones y 80 mil millones de euros, inferior al rescate por 110 mil millones de euros que recibió Grecia en mayo. El paquete podría ser discutido hoy en una reunión de ministros de Hacienda europeos en Hungría. Pero el presidente de la Comisión, el portugués José Manuel Barroso, prometió que las negociaciones serían lo más rápida posibles.
Sin alternativas
“Traté todo lo posible pero hemos llegado a un punto en que no haber tomado esta decisión traería riesgos que no podemos permitir”, señaló el primer ministro José Sócrates. El premier encabeza ahora un gobierno interino luego de que el Congreso dominado por la oposición rechazara a fines de marzo su plan de austeridad, gatillando su renuncia y una convocatoria a elecciones anticipadas.
A primera hora de la mañana Portugal salió al mercado a colocar bonos por US$ 1.400 millones, pero tuvo que pagar un alto costo. Para lograr completar la subasta, Lisboa tuvo que ofrecer a los inversionistas tasas de interés de 5,117% para los bonos a seis meses, casi el doble que los 2,984% que demandaban hace tan sólo tres semanas. El drástico incremento fue lo que encendió las alarmas. El banco Goldman Sachs alertó que esos costos resultaban insostenibles.
A comienzos de semana, los bancos locales emitieron una advertencia a las autoridades, señalando que ya no estaban en condiciones de seguir comprando deuda soberana del país. La agencia Fitch rebajó la calificación de crédito de los siete mayores bancos nacionales el martes y Moody’s había hecho lo mismo ayer.
“Las actuales tasas hacen concluir que el daño provocado por el rechazo al plan de austeridad es irreparable”, había reconocido también el Ministerio de Economía.
Default de deuda
El panorama también ha seguido empeorando en la vecina Grecia, donde partió la crisis de crédito europea. Varios gobiernos de la eurozona ya se están preparando para un default de este país. Así lo informó Financial Times Deutscheland, sin precisar sus fuentes.
Esta percepción fue confirmada por CMA, firma privada que elabora un índice de Credit Default Swaps (CDS) o seguros de impago. Según CMA, Grecia fue la economía más riesgosa del mundo en el primer trimestre, por segunda vez consecutiva.