La protagonista de una APEC que no fue

Laura Lane era una de las ejecutivas que iba a estar en a la cumbre del Consejo Asesor Empresarial de APEC (ABAC) en Santiago. La presidenta de asuntos públicos globales de UPS asistiría en su calidad de representante ABAC de Estados Unidos, pero el viaje no se concretó luego de que el Presidente Sebastián Piñera decidiera suspender la semana de líderes de APEC por el estallido social.

Hasta antes de que se cancelara la cita, la ejecutiva seguía de cerca la situación interna. Dice que una de las grandes lecciones, que, para la comunidad de negocios y líderes de APEC, deja la crisis en Chile, es que se necesita incentivar un comercio más inclusivo y mayores beneficios económicos compartidos. Es decir, todos los sectores de la población deben sentir cuáles son las ventajas del intercambio comercial.

"Una de las formas en que las compañías y los gobiernos pueden promover este crecimiento inclusivo es a través de la creación de empleo y el entrenamiento de habilidades. Los gobiernos y empresas deben actuar de forma conjunta para permitir que más mujeres, pequeñas empresas y comunidades rurales participen en el comercio internacional y, de esa forma, reducir la brecha de género y disminuir las diferencias en los beneficios del comercio", plantea.

Una de las prioridades de la organización chilena de APEC eran justamente las mujeres, PYME y crecimiento inclusivo. Y uno de sus mayores logros fue la ratificación de la Hoja de Ruta de Santiago sobre el empoderamiento de la mujer, lo que fue celebrado por la ejecutiva.

A nivel global, afirma que también se están produciendo cambios profundos. Una de las tendencias más potentes que se ve entre las compañías es "un renovado compromiso con la responsabilidad social empresarial", añade.

-En este momento, ¿cuáles cree que son las principales tendencias en la comunidad empresarial internacional?

-Una de las tendencias más potentes que estamos viendo en las empresas a nivel mundial es un renovado compromiso con la responsabilidad social empresarial. A medida que los clientes continúan priorizando a las empresas con baja huella de carbono y criterios sociales en sus decisiones de compra, muchos en la comunidad de negocios están usando esto como una oportunidad para fortalecer el conocimiento de marca. Desde estándares más altos de sustentabilidad hasta una mayor diversidad en las cadenas de suministro y un involucramiento mayor de la comunidad, la comunidad de negocios se ha dado cuenta del rol crucial que juega para hacer de este mundo un lugar mejor para vivir y trabajar.

-¿Como las empresas estadounidense se han visto afectadas por la guerra comercial?, ¿Cuál cree que podría ser una solución para detener este conflicto?

-La comunidad empresarial estadounidense está experimentando disrupción e incertidumbre debido a la guerra comercial. Dicho esto, para Estados Unidos, China no es la única vía comercial en la región. Desde el Sudeste Asiático hasta Europa, por ejemplo, permanece como una avenida comercial creciente para las empresas estadounidenses. En UPS, incluso, hemos visto que nuestros clientes están trasladando sus cadenas de suministro a Vietnam, Tailandia y otros países del Sudeste Asiático, por lo que nuestra empresa está redistribuyendo activos en esos lugares para apoyar el crecimiento de sus negocios. Con todo, nos da gusto saber que EEUU y China continúan reuniéndose para abordar las preocupaciones más acuciantes. Mi empresa ha instado a ambos gobiernos a encontrar puntos en común sobre los importantes problemas comerciales que se están discutiendo, porque creemos que un comercio abierto y justo beneficia a EEUU, a China y al mundo. Hay muchos más en la comunidad de negocios que comparten esta visión.

Los temas de la agenda

Lane conoce bien los intereses comerciales de China. Antes de incursionar en el mundo privado -donde desempeñó labores en CitiGroup y Time Warner-, trabajó en la oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, su sigla en inglés). Ahí, negoció los compromisos de acceso de mercado del comercio de servicios con China como parte de su adhesión a la Organización Mundial del Comercio (OMC), y representó a EEUU en las negociaciones de Servicios Financieros de la OMC, que resultaron en el primer acuerdo global de este tipo en 1997.

-¿Cuáles son las principales preocupaciones de la comunidad empresarial estadounidense, incluida UPS?, ¿El crecimiento global, cambios en el comercio con respecto a los avances tecnológicos y las nuevas tendencias de consumo, o algo más?

-Para gran parte de la comunidad empresarial estadounidense, la facilitación del comercio es una de las principales prioridades. Durante años, la previsibilidad alimentó la confianza de los inversionistas, pero actualmente las empresas estadounidenses y sus accionistas enfrentan la incertidumbre que está arrastrando a la economía global y repercutiendo en el crecimiento de los mercados. Adicionalmente, nos urge que se establezcan reglas comerciales para la era del comercio electrónico. Esto significa específicamente simplificar los sistemas de pago electrónico y los mecanismos de retorno. También necesitamos procesos aduaneros que permitan que los envíos de bajo costo puedan cruzar las fronteras sin problemas, manteniendo altos estándares de seguridad para detener el movimiento de mercancías ilícitas. Necesitamos empoderar a las micro, pequeñas y medianas empresas para que accedan al mercado global mediante mejoras en la infraestructura digital. Políticas públicas mejor coordinadas en materia de flujos de datos transfronterizos, así como sistemas de gestión fronterizos, de impuestos y la competencia también serán claves para promover el crecimiento económico nacional y global.

-¿En su opinión, cuál cree que es la importancia de APEC para la comunidad empresarial estadounidense?

-Un rol importante es promover el consenso en torno a muchos de los problemas que el comercio necesita que se tomen en consideración en los futuros acuerdos comerciales. Lo vimos con el Plan de Acción de Facilitación del Comercio de APEC y, más recientemente, con el Marco de Facilitación de Comercio Electrónico de APEC. Ambos constituyen la base de las negociaciones y del posterior acuerdo en la OMC sobre modernización aduanera. Esperamos que se pueda alcanzar un acuerdo similar en la OMC respecto al comercio electrónico. El enfoque de consenso de APEC, combinado con sus esfuerzos a favor del crecimiento, incluidos su trabajo Pathfinder, permite que la comunidad empresarial prospere en APEC mediante la nueva flexibilidad y los planes pilotos que se han lanzado.

Oportunidades en la región

Lane conoce de cerca a Latinoamérica, ya que cuando iniciaba su carrera en el Servicio Exterior de EEUU en 1990 trabajó como funcionaria consular en Bogotá, Colombia. En ese país vivió hasta 1992, pero se mantuvo en el Departamento de Estado hasta 1997. Su labor le valió dos reconocimientos: los premios de Honor Superior y de Honor al Mérito.

Hoy, la ejecutiva ve oportunidades de negocios en una región que ha estado marcada en los últimos años por el estancamiento del crecimiento económico.

-¿Cómo ve a América Latina y a Chile en particular?

-El comercio electrónico ha crecido mucho más rápido que el comercio tradicional, si bien desde una base más reducida. América Latina podría lograr incluso un mayor crecimiento reduciendo algunas de sus trabas fronterizas. Las autoridades aduaneras deben ser alentadas a alejarse de las cuestiones meramente de control fronterizo y de recaudación de ingresos y a convertirse en un aliado más potente en la facilitación comercial.Chile en particular tiene uno de los regímenes aduaneros más progresistas de América Latina. Aplaudimos sus esfuerzos para modernizar sus procesos y esperamos que sus buenas prácticas sean adoptadas por otros en la región.

-¿Qué áreas/ industrias de Chile encuentra atractivas?

-Creemos que existen numerosas oportunidades para diversificar aún más la economía chilena y encontramos la producción de vino particularmente interesante. El vino chileno es reconocido como uno de los más finos del mundo y UPS ha estado trabajando para desarrollar un mercado B2C/B2B para las exportaciones de vino en todo el mundo.