La invasión a Ucrania cumple 100 días pero nada indica que la pandemia geopolítica del año pueda acabar pronto
El Kremlin insistió este viernes que conseguirá "todos los objetivos" de su "operación militar especial", mientras la inteligencia ucraniana ha estimado que la guerra puede prolongarse al menos hasta finales de 2022.
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Eran las primeras horas de la madrugada del jueves 24 de febrero en Chile cuando las alertas de gobiernos y observadores internacionales de las semanas previas se hacían realidad: el presidente ruso, Vladimir Putin, comenzaba una invasión militar a gran escala de Ucrania que ha dejado víctimas, el éxodo de millones de ucranianos y el mayor foco de tensión geopolítica en lo que va de 2022, que también se ha convertido en una pandemia para la economía mundial.
Al inmediato colapso de los mercados financieros rusos siguió el alza en los precios de la energía y los commodities por los temores e interrupción de suministros, junto con el virtual aislamiento comercial de Rusia y sus líderes políticos y económicos por una serie de rondas de duras sanciones desde la Unión Europea y Estados Unidos, que también han tenido implicancias globales por el aumento en las ya elevadas presiones inflacionarias mundiales, y una rebaja en las perspectivas de crecimiento justo cuando el mundo intenta superar el impacto del Covid-19.
Como ha recordado Cepal, todos los mercados en que la Federación de Rusia y Ucrania tienen una participación importante en el comercio mundial -hidrocarburos, los metales y los alimentos- han presentado grandes distorsiones de precios, que se han trasladado a los precios internos, afectando los costos de producción y los costos de las canastas de consumo de la población.
A estas alturas, los mercados bursátiles mundiales han logrado recuperarse parcialmente de sus caídas de la mano de la resiliencia de las empresas ante los embates por el lado de la inflación y, más recientemente, por un alivio en las duras restricciones para contener los nuevos brotes de Covid-19 en China, pero como efecto de la crisis geopolítica, han debido enfrentar otros factores como la inflación y el corte de la cadena de suministros.
No obstante, a 100 días del inicio de la invasión, nada hace suponer que la guerra podría acabar pronto.
Del lado económico, los líderes de la Unión Europea superaron semanas de división para llegar a un acuerdo sobre la prohibición parcial del petróleo ruso, pero los llamados a atacar otra de las grandes fuentes de ingresos de Putin, el gas, están abriendo nuevas brechas en el bloque.
La Unión Europea adoptó este viernes definitivamente el sexto paquete de sanciones a Rusia por la invasión de Ucrania, que incluye un embargo al petróleo ruso que llega por vía marítima y contempla excepciones para el que llega por oleoducto a países sin acceso al mar como Hungría, República Checa o Eslovaquia.
"Con el paquete de hoy estamos aumentando las limitaciones en la capacidad del Kremlin de financiar esta guerra imponiendo más sanciones económicas. Prohibimos la importación de petróleo ruso hacia la UE y con ello cortamos una enorme fuente de ingresos para Rusia", dijo en un comunicado el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell.
No obstante, los observadores han indicado que las de esta semana podrían ser las últimas sanciones del bloque más directamente afectado por el conflicto en mucho tiempo.
Mejores noticias ha habido por el lado del petróleo, luego que la OPEP, junto con un grupo de productores aliados, entre ellos Rusia, decidió aumentar su producción para alentar un alivio en los precios de los combustibles en las próximas semanas.
Largo alcance
Pero es en el plano geopolítico donde más preocupación persiste sobre lo largo que podría extenderse el conflicto.
De hecho, el Kremlin insistió este viernes que conseguirá "todos los objetivos" de su "operación militar especial", que ya está dando "ciertos resultados". "Muchas localidades han sido liberadas de fuerzas ucranianas pronazis y elementos directamente nacionalistas y se han creado posibilidades para que vuelva la vida pacífica", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria, citado por la agencia Efe.
Del otro lado de la frontera, la inteligencia ucraniana ya ha dicho que considera que la guerra puede prolongarse al menos hasta finales de 2022 pues el presidente Putin no está dispuesto a renunciar a sus planes de conquista y sí a una confrontación prolongada contra Ucrania, mientras que el presidente Volodímir Zelenski anunció este viernes que ya se está trabajando en nuevos paquetes de sanciones contra Rusia para hacerle pagar el precio por "destruir la vida" de sus vecinos ucranianos, pese a las dudas de que se avance en esa línea.
"Esta guerra se ha cobrado un precio inaceptable entre las personas y ha afectado prácticamente todos los aspectos de la vida civil. Esta guerra no tiene ni tendrá ganador. Más bien, hemos sido testigos durante 100 días de lo que se pierde: vidas, hogares, trabajos y perspectivas", dijo hoy en un comunicado Amin Awad, coordinador de crisis para Ucrania de la ONU.
"Las Naciones Unidas están buscando todos los caminos para mitigar las ramificaciones globales del impacto devastador de la guerra en la seguridad alimentaria al tratar de desbloquear el comercio crítico de granos y productos básicos", añadió el representante de Naciones Unidas.