Estados Unidos, Reino Unido y Alemania pidieron el jueves a sus ciudadanos que abandonen el Líbano en medio de los crecientes temores de que la guerra de Israel con Hamás se convierta en un conflicto regional.
Las embajadas en Beirut emitieron su advertencia después de que se intensificaran los bombardeos entre el norte de Israel y el sur del Líbano, el bastión del aliado de Teherán, Hezbolá.
La agitada frontera norte es una de las principales preocupaciones de Israel, que teme verse obligado a desviar recursos militares de la Franja de Gaza incluso mientras se prepara para una invasión terrestre.
En una cumbre en El Cairo, el Presidente egipcio Abdelfattah Al-Sisi y el rey Abdullah de Jordania advirtieron que “si la guerra no se detiene y se expande, amenaza con hundir a toda la región en una catástrofe”.
"Recomendamos que los ciudadanos estadounidenses en el Líbano hagan los arreglos adecuados para abandonar el país", dijo la embajada estadounidense, señalando que los vuelos comerciales "actualmente" seguían disponibles.
La guerra entre Israel y Hamás que comenzó con el mortal ataque del grupo militante el 7 de octubre ha avivado las preocupaciones de una conflagración regional incluso cuando la crisis en Gaza se ha profundizado.
En declaraciones que apuntaban a que una invasión terrestre del enclave podría ser inminente, Yoav Gallant, el ministro de Defensa de Israel, dijo a las tropas reunidas en la frontera con Gaza que lo verían "desde dentro".
"Quien vea Gaza desde la distancia, la verá desde dentro, se lo prometo", dijo Gallant. “Esté preparado, el pedido llegará”.
Amenaza en todo Medio Oriente
Las tensiones también estallaron en la frontera norte, cuando Hezbolá lanzó al menos 20 cohetes contra el norte de Israel el jueves por la tarde y provocó rápidas represalias del ejército israelí. Israel ha evacuado a ciudadanos a dos kilómetros de su frontera con el Líbano y Hezbolá dice que 13 de sus combatientes han muerto este mes.
El ejército israelí también llevó a cabo un ataque en la ocupada Cisjordania, donde 61 palestinos han muerto desde el comienzo de la guerra de Hamás, según cifras de la ONU.
El jueves, los líderes de Egipto y Jordania advirtieron que “si la guerra no se detiene y se expande, amenaza con hundir a toda la región en una catástrofe”.
En una cumbre en El Cairo, el presidente egipcio Abdelfattah Al-Sisi y el rey Abdullah de Jordania rechazaron lo que describieron como la “política de castigo colectivo de Israel, incluido el asedio, el hambre o el desplazamiento de personas en Gaza”, según una declaración jordana.
Israel, que bombardeó Gaza, cortó el combustible y el suministro eléctrico y ordenó a alrededor de un millón de personas que se trasladaran al sur del enclave, dice que está tratando de desmantelar a Hamás minimizando al mismo tiempo las víctimas civiles.
Israel se ha negado a permitir ayuda desde su propio territorio mientras unos 200 rehenes siguen en manos de militantes palestinos. El país dice que el ataque de Hamás del 7 de octubre mató a más de 1.400 personas. Casi 3.800 palestinos han muerto desde que comenzó la guerra, dijo el jueves el Ministerio de Salud palestino.
Alerta máxima
La furia se ha avivado en toda la región, particularmente después de una explosión en un hospital de Gaza el martes que, según Israel y Estados Unidos, fue causada por un cohete palestino fallido, pero que muchos líderes árabes han atribuido a un ataque aéreo israelí.
Cientos de manifestantes se enfrentaron el miércoles por la noche con las fuerzas de seguridad libanesas en un suburbio de Beirut, cerca de la embajada de Estados Unidos.
El Reino Unido también dijo el jueves que sus ciudadanos deberían abandonar el Líbano, mientras los vuelos comerciales aún estuvieran disponibles. "La situación podría deteriorarse rápidamente y sin previo aviso", decía un texto enviado a los ciudadanos británicos en el país. Berlín emitió una advertencia similar a “todos los ciudadanos alemanes para que abandonen el Líbano ahora”.
El jueves, Estados Unidos también hizo un llamado mundial a “los ciudadanos en el extranjero a que tengan mayor precaución” debido al aumento de las tensiones y posibles ataques terroristas y violencia contra los ciudadanos y los intereses del país.
Estados Unidos está en alerta máxima por la actividad de grupos respaldados por Irán en la región. Varios han amenazado instalaciones estadounidenses si Washington interviene directamente para apoyar a Israel en la guerra.
Las tropas estadounidenses fueron objeto de dos ataques separados con drones en Irak el miércoles, según el Pentágono.
El país tiene más de 2.500 soldados estacionados en Irak y 900 más en Siria, para asesorar y ayudar a las fuerzas locales en operaciones contra Isis. En un intento por disuadir a Irán y sus aliados, Washington envió un portaaviones estadounidense al Mediterráneo y otro está en camino.
En una visita a Israel el jueves, el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, dijo que su país también había enviado “activos militares a la región” para ayudar a evitar una escalada.
Añadió que los aviones de vigilancia británicos tenían como objetivo garantizar "que los envíos de armas no lleguen a personas como Hezbollah".
Un día después de que el presidente estadounidense Joe Biden obtuviera un acuerdo del gobierno de Netanyahu para permitir la entrada de ayuda humanitaria básica a Gaza, Downing Street dijo que Sunak también expresó su “sincera esperanza de que se puedan lograr más avances en la entrega de alimentos, agua y medicinas cruciales”.
Un funcionario de la ONU dijo el jueves que Israel estaba pidiendo a la organización que inspeccionara la ayuda que ingresa a Gaza para garantizar que no pueda usarse para fines militares de Hamás.
Hablando en el Air Force One durante su vuelo de regreso a Washington el miércoles, Biden dijo que Sisi había acordado abrir el cruce de Rafah desde Egipto para permitir la entrada de hasta 20 camiones de asistencia humanitaria.
Pero en una indicación de las necesidades de Gaza, Martin Griffiths, jefe humanitario de la ONU, dijo al Consejo de Seguridad de la ONU el miércoles que el enclave necesitaba volver a los niveles anteriores a la guerra de 100 camiones por día para brindar asistencia en todo el territorio a las personas necesitadas.
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