Boris Johnson renuncia como primer ministro mientras el gobierno del Reino Unido se desmorona
La libra sube ante la noticia de la partida del líder Tory después de días de caos y renuncias
- T+
- T-
Boris Johnson anunció este jueves su renuncia como primer ministro británico, tras tres años de mandato empañados por una sucesión de escándalos que culminó con la rebelión de su propio gabinete y grupo parlamentario. En su discurso afuera de Downing Street, informó que ha puesto en marcha el proceso para ser sustituido como líder del Partido Conservador británico y, por tanto, como primer ministro del Reino Unido.
La noticia llega después de la doble renuncia del ministro de Hacienda, Rishi Sunak, y del secretario de Salud, Sajid Javid, el martes por la noche, lo que hizo que un número cada vez mayor de diputados conservadores lanzaron ataques públicos exorbitantes contra su juicio, su liderazgo y su fidelidad a la verdad
"Está claro que ahora la voluntad del Partido Conservador parlamentario es que haya un nuevo líder de ese partido y, por tanto, un nuevo primer ministro", dijo Johnson en una breve declaración, culpando al "instinto de manada" en Westminster de su marcha.
Además, anunció que "el proceso de elección de ese nuevo líder debe comenzar ahora” y que ya ha comenzado a llenar algunas vacantes ministeriales, con Greg Clark listo para ingresar, temporalmente, como "secretario de nivelación", en tanto James Cleverly se convierte en el tercer secretario de educación en otros tantos días.
Por su parte, Johnson permanecerá en el cargo hasta que elijan un nuevo líder, indicando que habló con el presidente del Comité 1922 -que agrupa a los diputados "tories" sin cartera-, Graham Brady, para iniciar el proceso para sustituirle, ya que este comité es el encargado de establecer el calendario para la elección del "número uno" de la formación, que puede durar varios meses.
Reconoció que en las últimas horas intentó convencer a su Gobierno de que sería "extraño" reemplazarlo ahora y lamentó haber "fracasado" en esas discusiones, al tiempo que admitió que "en política, nadie es imprescindible".
También dijo que se siente "inmensamente orgulloso" por los logros de su Gobierno, como el Brexit, la crisis de la pandemia y hacer frente a la agresión rusa en Ucrania.
"Ser primer ministro es una educación en sí misma. He viajado por cada lugar del Reino Unido y he encontrado que mucha gente tenía una originalidad sin fronteras y estaba dispuesta a hacer frente a viejos problemas de distinta manera", añadió Johnson.
Deja una nación sumida en la incertidumbre política y económica y que aún muestra las tensiones de su singular aunque profundamente divisivo triunfo -la salida del Reino Unido de la Unión Europea-, mientras se enfrenta a una inflación creciente, una posible recesión y la amenaza de una huelga generalizada. Los conservadores van por detrás del principal partido de la oposición, el Partido Laborista, en las encuestas, y su pasada reputación de sordidez se ha reavivado bajo el mandato de Johnson.