El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson,
señaló hoy en Pekín, en la segunda jornada de su viaje oficial a China, que la
economía estadounidense sufre una profunda recesión y "se enfrentará a un
duro segundo trimestre" en 2008.
Paulson precisó, no obstante, que el descenso de los precios en el sector
inmobiliario, uno de los principales causantes de la crisis, era algo
"necesario".
"Teníamos que tener esa corrección. No es agradable, pero era
necesario", destacó a los periodistas en su última jornada de estancia en
el país asiático.
Por otro lado, Paulson felicitó al Gobierno chino por su política económica,
que ha permitido que el yuan se haya revalorizado frente al dólar, pero le
pidió más esfuerzos tanto en ese campo como en los de la protección
medioambiental y de la seguridad alimentaria.
La moneda china, el yuan, se ha revaluado un 18 por ciento con respecto al
dólar desde julio de 2005, cuando se pusieron en marcha las medidas para
desvincular ambas divisas.
"Una tasa de cambio más flexible es una poderosa herramienta para
redirigir el crecimiento y el consumo interno. Aunque el proceso de ajuste (en
China) no está completado, el acelerado paso de la apreciación es significativo
y bienvenido", estimó Paulson en un discurso en la estatal Academia China
de Ciencias.
En la misma intervención, el secretario estadounidense valoró el incremento del
diálogo entre China y EEUU sobre seguridad de alimentos y otros productos, a
raíz de que varios escándalos el año pasado causaran la desconfianza de los
consumidores estadounidenses hacia los productos "made in China".
"Aunque esos asuntos no están completamente resueltos, estamos en el
proceso de desarrollar soluciones a tiempo para problemas similares cuando
surjan", añadió.
En cuanto al medio ambiente, Paulson señaló en el discurso que China debe
retirar las barreras a la entrada de equipamiento de lucha contra la
contaminación como medida para beneficiar no sólo el comercio de EEUU, sino
también para mejorar la limpieza de su atmósfera y sus aguas.
La visita de Paulson, inicialmente un contacto rutinario entre los responsables
económicos de los dos gobiernos, cobró especial importancia por ser la primera
de un alto cargo estadounidense y los líderes comunistas después de las
protestas en el Tíbet el mes pasado y la reelección del Gobierno chino el 15 de
marzo.
Como muestra de tal importancia, Paulson no sólo se reunió con su homólogo
chino, el viceprimer ministro, Wang Qishan (encargado de asuntos económicos del
Consejo de Estado), sino también con el presidente, Hu Jintao; el primer
ministro, Wen Jiabao, y el ministro de Asuntos Exteriores, Yang Jiechi.
En esas reuniones, aunque no especificó en cuáles, Paulson transmitió a los
líderes chinos el mensaje de preocupación de Washington sobre la violencia
ocurrida en las últimas semanas en el Tíbet, a la vez que apeló a una solución
pacífica.
El Gobierno chino reaccionó a las palabras de Paulson: el canciller Yang, por
ejemplo, pidió a Washington que debe "comprender la verdadera naturaleza
del Dalai Lama", a quien Pekín acusa de ser responsable de los actos
violentos ocurridos en Lhasa, la capital china, el 14 de marzo.
El presidente chino, Hu Jintao, trató temas más económicos con Paulson, y
destacó que China "aunará esfuerzos con EEUU para promover el intercambio
y la comunicación, expandir la confianza mutua y manejar apropiadamente temas
sensibles".
El viaje del secretario estadounidense sirvió para preparar el Cuarto Diálogo
Estratégico entre ambos países, un mecanismo de discusión bilateral entre los
gabinetes económicos que se reunirá nuevamente en Washington el próximo junio.
La tasa de cambio yuan-dólar, el déficit comercial chino, la mejora del control
sanitario de las exportaciones chinas y la lucha contra la piratería, entre
otros asuntos, serán, como en ocasiones anteriores, los principales temas a
tratar.