OCDE considera los recortes del presupuesto británico "un paso necesario"
"Las medidas son duras, necesarias y valientes", subrayó Ángel Gurría, secretario ejecutivo de la Organización.
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La Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE) consideró que los recortes históricos del presupuesto
británico anunciados ayer por el Gobierno son "un paso necesario para
lograr la estabilidad fiscal a largo plazo".
"Las medidas son duras, necesarias y valientes",
subrayó en un comunicado el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, que
añadió que actuar ahora "es la mejor manera para garantizar las finanzas
públicas y el crecimiento futuro".
Además, destacó su pertinencia para "preservar la
credibilidad" y "evitar el efecto bola de nieve de la deuda" con
medidas que equilibren el efecto que pueden tener los recortes a corto plazo.
Gurría afirmó que el plan de reducción de gastos anunciado
ayer por el ministro británico de Economía, George Osborne, "se
corresponde con las recomendaciones" que la propia OCDE había hecho en su
informe semestral de Perspectivas publicado en mayo pasado.
Igualmente dio su apoyo a la elevación de la edad de
jubilación más rápidamente de lo que inicialmente estaba prevista porque así
Londres muestra "su voluntad de abordar reformas estructurales".
A ese respecto, añadió que se tendrán que dar más pasos para
hacer más eficientes los servicios sanitarios y educativos.
El secretario general del que se conoce como el "Club
de los países desarrollados" consideró que el dispositivo de Osborne
incluye elementos para "minimizar los efectos sobre el crecimiento
(económico) al mitigar los recortes en inversiones de infraestructuras y dando
prioridad al gasto en educación e investigación".
Gurría también respaldó el compromiso del Gobierno británico
para hacer de la suya una economía "más verde" y aportar para ello
recursos presupuestarios suplementarios.
El programa de ajuste británico supondrá, entre otras cosas,
una reducción de unos 490.000 empleos en el sector público con el objetivo de
yugular el aumento déficit público, que ronda ahora el 11% del Producto Interno
Bruto (PIB).