Obama defiende necesidad de eliminar rebajas fiscales a los más ricos
El mandatario EE.UU. anunció además una serie de propuestas para dar beneficios fiscales a las empresas que inviertan en nuevos equipos.
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El
presidente de EE.UU., Barack Obama,
defendió hoy en su cuarta alocución sobre la economía en seis días
la necesidad de eliminar las actuales desgravaciones fiscales para
los más ricos, pese a lo que exigen los legisladores republicanos.
Obama buscó promover sus planes para estimular
la alicaída economía y arremeter contra la oposición republicana, a
modo ya de campaña electoral antes de unos comicios legislativos de
noviembre que se anticipan enormemente complicados para los
demócratas.
Aunque anunció una serie de propuestas para dar
beneficios
fiscales a las empresas que inviertan en nuevos equipos, dedicó el
grueso de su discurso a criticar las propuestas económicas
republicanas.
"¿Queremos volver a las mismas políticas fracasadas
que dejaron
nuestra economía en la cuneta o seguimos avanzando con políticas que
poco a poco nos sacan de ella?", se preguntó Obama.
En concreto,
se refirió a los recortes de impuestos sobre la
renta que adoptó su predecesor, George W. Bush, y que expiran en
diciembre.
Los legisladores republicanos, algunos demócratas y
varios
economistas se han declarado a favor de extender esa medida, en la
creencia de que ayudará a impulsar el consumo y, con ello, el resto
de la economía. "No es responsabilidad fiscal. No es un plan
serio para
gobernar", consideró Obama.
La Casa Blanca rechaza perpetuar esos
recortes para las rentas
superiores a los US$ 250.000 anuales si se trata de parejas
casadas, o US$ 200.000 para los solteros.
En cambio, planea
hacer permanentes los beneficios fiscales para
las rentas inferiores a esas cifras, que según el Gobierno
corresponden al 97% de los estadounidenses.
Obama
apuntó que los republicanos quieren que se tomen prestados
"US$ 700.000 millones en los próximos diez años para dar un recorte de
impuestos de cerca de US$ 100.000 a gente que ya es millonaria". El
rechazo a extender los recortes, aseguró, "no es para castigar
a los más acomodados, es porque no podemos permitirnos los US$ 700.000
millones que costaría" mantenerlos.
El presidente
estadounidense reveló también su propuesta para
aportar incentivos fiscales a las empresas que inviertan en equipos
y nuevas instalaciones, y que podrán desgravar en un solo año, hasta
2011, el 100% de la inversión.
Hasta ahora la
desgravación era progresiva, en un periodo entre
tres y veinte años.
Según los expertos de la Casa Blanca, este
plan tendrá un costo
para la Administración de US$ 200.000 millones en los
primeros dos años.