Berlin / KIEV
El plan inicial de Vladimir Putin de capturar Ucrania en unos pocos días terminó en desastre. Pero después de que Donald Trump estableciera conversaciones de paz directas con Moscú, sin pasar por Kiev y sus aliados europeos, el Presidente ruso ahora está más cerca que nunca de conseguir lo que quería.
La principal ambición de Putin, dijeron personas que hablaron con él durante la guerra, es establecer una nueva arquitectura de seguridad que le dé a Rusia una esfera de influencia en Europa, tal como la conferencia de Yalta lo hizo para la Unión Soviética al final de la Segunda Guerra Mundial.
Ahora, Estados Unidos puede estar dispuesto a permitir aquello. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha rechazado las aspiraciones de Ucrania de unirse a la OTAN y recuperar su territorio de manos de Rusia. Putin y Trump hablaron de “cooperación económica bilateral”, lo que sugiere que EEUU está dispuesto a levantar sus sanciones contra Moscú.
“Debe doler mucho a la UE y a Ucrania oír esto, pero su opinión ya no importa”, dijo Konstantin Malofeyev, magnate que dirige unidades de voluntarios rusos que luchan en Ucrania.
Trump parece decidido a dar marcha atrás en el compromiso de su país con la OTAN y dejar a las naciones europeas la tarea de mantener la paz.
“La situación parece mucho más favorable para Putin que en cualquier otro momento de toda la guerra de los últimos tres años”, dijo Alexander Gabuev, director del Centro Carnegie Rusia Eurasia en Berlín. “Si EEUU pone fin unilateralmente a su apoyo militar y diplomático, así como al intercambio de información, Ucrania se encontrará en una posición muy difícil. Y será difícil salir de ella incluso si los europeos se involucran más”, analiza.
Júbilo ruso
En Moscú, hubo una alegría palpable tras la llamada del miércoles entre Trump y Putin .
“Una sola llamada puede cambiar el curso de la historia: hoy, los líderes de EEUU y Rusia posiblemente hayan abierto una puerta a un futuro determinado por la cooperación, no por la confrontación”, dijo Kirill Dmitriev, director de un fondo soberano de riqueza ruso involucrado en conversaciones extraoficiales con EEUU sobre intercambios de prisioneros.
La llamada marcó un cambio radical con respecto a la política estadounidense bajo el Gobierno de Joe Biden, quien prometió apoyar a Ucrania “durante el tiempo que fuera necesario”, mientras trabajaba con otros países occidentales para aislar a Rusia. Ahora, EEUU ha dicho que una victoria en los términos de Ucrania no es “realista”, un cambio que Moscú elogió como un regreso a la razón.
“Por fin los estadounidenses se toman las cosas en serio, sin las ilusiones inútiles con las que han alimentado a los ucranianos desde el comienzo de la guerra. Es cuestión de sentido común y una oportunidad para detener la guerra”, afirmó un exalto funcionario ruso.
“Putin se deshizo de toda ilusión tres días después”, cuando Rusia se dio cuenta de que sus planes de una victoria relámpago habían fracasado, añadió el exfuncionario. “Pero los europeos y los estadounidenses han estado bajo su control desde entonces y ahora están empezando a entrar en razón”.
Altos funcionarios ucranianos y occidentales dijeron que Trump y Putin probablemente intentarían asegurar un alto el fuego en una de dos fechas importantes próximas: Pascua, que las iglesias ortodoxa y católica celebrarán el 20 de abril de este año; o el 9 de mayo, cuando Rusia celebra la victoria soviética sobre la Alemania nazi.
“Putin querrá (un acuerdo) en un día tan importante como éste”, dijo un funcionario ucraniano. El Kremlin dijo este jueves que Putin recibiría a Trump en Moscú para las festividades del 9 de mayo. Los dos líderes han mencionado a Arabia Saudita como posible sede de su próxima reunión.
Las demandas de Moscú
Los partidarios de la línea dura de la guerra saludaron el llamado como una señal de que la victoria de Rusia estaba cerca.
“Debe doler mucho a la UE y a Ucrania oír esto, pero su opinión ya no importa”, dijo Konstantin Malofeyev, un magnate conservador que dirige varias unidades de voluntarios rusos que luchan en Ucrania. “Ucrania es sólo el pretexto para un gran diálogo entre dos grandes países sobre el comienzo de una nueva era en la historia de la humanidad”.
Putin le dijo a Trump que quería “resolver las razones del conflicto”, indicando que Rusia no ha abandonado su objetivo de detener las ambiciones de Ucrania de unirse a Occidente y hacer retroceder el orden de seguridad posterior a la Guerra Fría.
Moscú también exige que Ucrania ceda el control de cuatro regiones del sudeste, ninguna de las cuales Rusia controla totalmente, y espera que Occidente levante todas las sanciones impuestas desde 2014.
“Lo más importante para Rusia es que Ucrania tenga las garantías de seguridad más débiles posibles”, dijo Gabuev. “Lo ideal es que Ucrania siga siendo un país sin potencial de inversión, lo más débil posible y que se está desintegrando internamente”.
Dado que Rusia tiene la ventaja en el campo de batalla, Putin podría optar por continuar la guerra si Trump no acepta todas sus demandas, dijo Dmitry Trenin, profesor de investigación de la Escuela Superior de Economía de Moscú.
“Rusia se toma en serio la necesidad de resolver la cuestión de Ucrania. No está pidiendo la paz. Sabe que las únicas garantías en las que puede confiar son las que puede proporcionarse por sí misma”, afirmó Trenin. “Un acuerdo que no satisfaga las necesidades vitales de seguridad de Rusia sólo garantizaría que pronto habrá otra guerra. Rusia no lo permitirá”
Agregó: “La lucha no se detendrá con el inicio de las conversaciones; y si no hay acuerdo, continuará”.