Más empresas cleantech fracasan a medida que surgen desafíos en la recaudación de fondos
El aumento de las tasas de interés, la competencia por financiamiento y el retraso en el apoyo federal contribuyen a los problemas que enfrenta el sector.
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Las cleantech -empresas de tecnología limpia- que recaudaron cientos de millones de dólares de SoftBank, Amazon y otros grandes inversionistas están cerrando, mientras que otras empresas verdes, incluidas algunas promovidas por la administración Biden, están luchando por sobrevivir.
Las startups de tecnología limpia que hace apenas dos o tres años recaudaban dinero fácilmente de firmas de capital de riesgo ahora están encontrando más difícil conseguir nuevos fondos. Afectadas por las altas tasas de interés y algunos retrasos en el apoyo de créditos fiscales federales, las cleantech han descubierto que obtener inversiones de fondos de capital privado e infraestructura se ha vuelto más complicado.
Estos desafíos podrían afectar los objetivos de la administración Biden en cuanto al crecimiento de la energía renovable y la reducción de emisiones de carbono.
Quiebras y reestructuraciones
En agosto, Moxion Power, una startup de baterías que recaudó fondos del Climate Pledge Fund de Amazon, se declaró en bancarrota. Lo mismo hizo SunPower, una empresa solar estadounidense que cotiza en bolsa y que está controlada por la petrolera francesa Total.
Moxion y SunPower se encuentran entre cuatro grandes empresas de energía renovable que se han declarado en bancarrota este año, el número más alto desde 2014, según datos de Bloomberg que incluyen empresas con más de US$ 50 millones en pasivos. Ambri, una empresa de baterías que recaudó fondos de un fondo de riesgo de Bill Gates, también se declaró en bancarrota, al igual que Enviva, un proveedor de pellets de madera.
También en agosto, Swell Energy, un proveedor de energía solar y baterías que recaudó US$ 120 millones en 2022 del Vision Fund de SoftBank, Ares Management y otros, anunció que estaba cerrando sus operaciones en su forma actual.
La empresa de California, que no se ha declarado en bancarrota, se había asociado previamente con Ares para recaudar US$ 450 millones en financiamiento de proyectos en 2020. Suleman Khan, director ejecutivo de Swell, dijo que su flota de sistemas solares y de baterías seguiría operativa y que trabajaría con empresas de servicios públicos y fabricantes de baterías para asegurar que las operaciones de las plantas de energía continuaran.
Refiriéndose al “hueco” en la recaudación de fondos privados —la incapacidad para llevar a las empresas desde su fase inicial a la viabilidad comercial a gran escala—, Arash Nazhad, codirector del grupo de tecnología limpia en Moelis, dijo que los sectores de tecnología climática y transición energética “están particularmente afectados debido a la intensidad de capital requerida para soluciones impactantes”.
“Un número creciente de empresas está en riesgo, particularmente aquellas que gastan más de lo que generan sin un camino claro para llegar a tener un flujo de caja positivo”, añadió.
Algunas cleantech continúan recaudando dinero. El desarrollador de baterías de silicio Sila Nanotechnologies recaudó US$ 375 millones en junio. Svante, que fabrica filtros y máquinas de captura de carbono para eliminar emisiones de carbono, recaudó US$ 100 millones en agosto del Canada Growth, un fondo independiente de 15 mil millones de dólares canadienses para ayudar a acelerar las cleantech en el país.
Dificultades y competencia por fondos
Sin embargo, otras empresas de tecnología limpia están teniendo dificultades. A principios de este verano, FreeWire Technologies, que fabrica estaciones de carga para vehículos eléctricos, recortó empleos y entró en un “acuerdo de cesión en beneficio de los acreedores”, o ABC por sus siglas en inglés, una maniobra legal que a veces se utiliza como alternativa a los procedimientos de bancarrota.
FreeWire recaudó US$ 125 millones de BlackRock y otros en 2022. Riverstone Energy, un fondo de inversión con sede en el Reino Unido, dijo este mes que había reducido a cero el valor de su participación en FreeWire.
Arcady Sosinov, fundador y director ejecutivo de FreeWire, dijo que la empresa no estaba cerrando. La compañía se vendió a principios de este año y luego reestructuró parte de su deuda, dijo en un comunicado.
La administración Biden ha promovido en los últimos años a FreeWire como una de las empresas de tecnología limpia de EEUU que ayudan a expandir la red de cargadores de vehículos eléctricos del país.
El año pasado, el gobernador de California Gavin Newsom visitó una fábrica de Moxion Power para destacar el papel de la empresa en la transición de energía limpia del estado.
Los ejecutivos de Moxion Power no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios. SunPower, SoftBank y Ares declinaron hacer comentarios, y Amazon no respondió a una solicitud de comentarios.
Parte del desafío para las empresas de tecnología limpia es el número de sectores en crecimiento que ahora compiten por financiamiento. “Las empresas de tecnología limpia han tenido dificultades para aumentar los ingresos con márgenes que tracen un camino hacia la rentabilidad”, dijo Bilal Zuberi, socio general de Lux Capital. “Los capitalistas de riesgo han visto una mayor proporción de sus reservas de efectivo destinadas a otros sectores como la inteligencia artificial, las ciencias de la vida y la tecnología de defensa”.