pOR Andrew Hill
Editores y autores han hecho todo lo posible para lograr que los ejecutivos escasos de tiempo puedan “leer” libros de negocios sin de hecho tener que leerlos. El supuesto parece ser que un ejecutivo estresado debe ser capaz de leer estos libros por encima y aún así extraer conclusiones útiles de resúmenes de capítulos, estudios de caso de 150 palabras, organigramas, gráficos y “aprendizaje clave” del texto. Si esto consume demasiado tiempo, los ejecutivos pueden suscribirse a servicios de resúmenes de libros que reducen los terrones de consejos a una consistencia de comida para bebés.
Por eso es sorprendente que el mercado de cómic de negocios no sea mayor, ya que en el caso de una nueva versión del libro de Marshall Goldsmith y Mark Reiter “What Got You Here Won’t Get You There”, el dibujo transmite más rápidamente el mensaje, y de forma más divertida, que publicaciones más ortodoxas.
Goldsmith es un conocido coach de liderazgo en EEUU, y su versión de 2008 fue un éxito. Sin embargo, se ajustó a un estilo de género de autoayuda para ejecutivos. Mezclaba casos anónimos de clientes centrados en EEUU (“Esto me ocurrió cuando comencé a trabajar con el CEO de una gran empresa de servicios. Llamémosle Steve...”) con anécdotas personales, escritas en un estilo dinámico pero firme.
El mensaje central era comunicado y repetido hasta la saciedad. Las lecciones eran impartidas en forma de una lista de fácil lectura, tal como “los 20 hábitos que te impiden llegar a la cima”.
Goldsmith es un discípulo de Peter Drucker, un gran consultor y profesor de negocios de origen austriaco. Drucker escribió con una claridad sin parangón, pero sería difícil transformar en cómic sus argumentos, más matizados.
Sin embargo, el dibujante Shane Clester logró convertir los sencillos mandamientos de Goldsmith en las desventuras cuatro líderes con fallas: un buzo, un astronauta, un constructor y un cazador de grandes presas. El propio Goldsmith es representado con halago como un observador omnisciente, que viaja de un caso de estudio a otro mediante una mochila cohete.
Algunos de los vuelos de fantasía son exagerados. En el mandamiento #14 Clester muestra al buzo cabalgando un adulador delfín. Pero en general parece funcionar.
Para un mayor conocimiento de los dilemas ejecutivos tendrá que revisitar el original, lo que podría ser el objetivo del ejercicio. El cómic también deja fuera muchas de las primeras anécdotas del libro y cuenta poco o nada del propio Goldsmith (es el tipo de hombre que, tratando de ser un mejor padre, obsesivamente mide cuanto tiempo pasa con sus hijos).
Como sea, el cómic es una alternativa divertida, con todos los consejos útiles en píldoras. Un ambicioso ejecutivo con problemas de déficit atencional podría leerlo entre las reuniones, lo que plantea una pregunta: ¿Puede resumirse la esencia de los 14 capítulos de Goldsmith en 50 páginas? ¿Y cuanta más sustancia había en el original?