Tomoko Yoshino, la líder sindical de Japón que fue presionada para no asumir el cargo

E. Sugiura, L. Lewis y K. Inagaki , Tokio

Los colegas masculinos de la primera mujer que encabezó la asociación sindical más grande de Japón le rogaron que rechazara el cargo porque creían que su género la incapacitaba para luchar contra las empresas niponas por salarios más altos.

En una entrevista con Financial Times, Tomoko Yoshino describió que vivió un aluvión de esfuerzos para descarrilar su ascenso a la presidencia de la Confederación de Sindicatos Japoneses (Rengo). Se suponía que la organización, dijo, representaría a todos los trabajadores, pero durante años había mantenido una "imagen centrada en el hombre".

"Los hombres me dijeron que definitivamente debería rechazar la oferta, ya que no solo íbamos a tener elecciones generales (en octubre) y elecciones a la Cámara Alta (en 2022), sino que la negociación salarial del próximo año también iba a ser difícil debido a la pandemia de coronavirus", dijo Yoshino.

"Dijeron que era demasiado difícil para una mujer manejar el trabajo en un momento tan difícil", contó.

Pero la oposición a su nombramiento -señaló- se vio compensada por el gran apoyo de la membresía femenina de Rengo, que vio la promoción como una clara señal de progreso. "En cierto sentido, algo que había sido una fuente de frustración entre las mujeres ahora se ha transformado en expectativa", planteó.

Yoshino, quien asumió el relevante cargo en octubre, hizo los comentarios mientras Rengo se prepara para las negociaciones anuales de "shunto" entre los trabajadores y la gerencia en toda la industria nacional.

El proceso, que comienza en enero, ha provocado durante muchos años una relativa decepción a los empleados y a las administraciones gubernamentales que esperaban que aumentos salariales mayores inducirían una recuperación económica más amplia .

La semana pasada, Rengo adoptó un plan para exigir un aumento total de 4% en las negociaciones, combinando una escala salarial y un aumento salarial regular, tal y como se ha hecho por siete años consecutivos.

El gobierno está apoyando la tendencia de aumentos salariales y está preparado para plantear la amenaza de bloquear los créditos fiscales a la inversión para las grandes empresas que no aumenten el salario de los trabajadores. Las grandes empresas suelen responder alrededor de marzo.

Presión por la igualdad

Paralelamente a estas negociaciones, Yoshino probablemente utilizará su puesto para aumentar la presión sobre las muchas empresas japonesas que continúan retrasando una serie de políticas de igualdad de género y "womenomics" introducidas durante la última década.

La oficina del gabinete dijo el mes pasado que 33,4% de las 2.189 grandes compañías que cotizan en la primera sección de la Bolsa de Valores de Tokio no tenían ninguna mujer ejecutiva en julio. Entre esas se encuentran Canon y el fabricante de productos químicos Toray Industries, que han formado presidentes de Keidanren, la federación empresarial más grande de Japón.

Japón ocupa el lugar 120 entre 156 países en la clasificación de la brecha de género en 2021, el peor entre las grandes economías avanzadas, según el Foro Económico Mundial.

Aunque había habido discusiones para crear un entorno en el que las mujeres pudieran seguir trabajando sin obstáculos cuando estaban casadas, embarazadas, habían tenido hijos o cuidaban de su familia, Yoshino dijo que había visto pasar a muchas mujeres líderes para los puestos más altos dentro de la asociación sindical.

"Me he dado cuenta de que las mujeres solo pueden alcanzar cierto nivel con un techo de cristal", dijo.

A pesar de la ansiedad en el momento de su nombramiento, "pensé que tenía que transmitir los pensamientos de las mujeres aquí y decidí que nunca debería perder la oportunidad de romper el techo de cristal por mí misma".