Por Mark Wembridge y
Roger Blitz
Thomas Cook se está encaminando a una reestructuración financiera después de que uno de los bancos comprometidos en las conversaciones con la agencia de viajes indicara que estaba interesado en una rápida resolución de la crisis de deuda de la compañía. El banco dijo que quería garantizar que Thomas Cook seguía siendo “una creciente preocupación”.Uno de los bancos, que pidió no ser nombrado, dijo que no había apetito para que los prestamistas tomaran propiedad de la agencia.
Las acciones de Thomas Cook Group se desplomaron 75% el martes después que el segundo mayor operador de viajes de Europa admitiera que estaba siendo forzado a renegociar su carga de deuda por segunda vez en sólo cerca de un mes.
La compañía está buscando otros 100 millones de euros de un grupo de 17 bancos, incluyendo los cuatro mayores prestamistas de Reino Unido. El mes pasado, el operador anunció que había acordado un préstamo de 100 millones de euros con el consorcio, el cual esperaba hubiese terminado la especulación de que habría alcanzado sus claúsulas bancarias.
Sam Weihagem, director ejecutivo interino, dijo que desde septiembre las operaciones han sido peor de lo esperado, poniendo más presión sobre los flujos de dinero durante la lenta temporada de reservas de invierno.
La empresa de 170 años, que hizo su reputación con exóticos viajes a India y Egipto, ha arrinconado al mercado con baratos paquetes familiares de vacaciones en populares resorts en Europa en los últimos años. Pero Weihagen dijo que la combinación de la crisis en la eurozona y una lenta recuperación del turismo en Oriente Medio y el norte de África ha golpeado las reservas en la región.
Fitch, la agencia de calificación, puso a Thomas Cook en observación negativa después de la advertencia del grupo el martes, mandando el precio de sus acciones 75,2% más bajo a 10,2 peniques.
La deuda de Thomas Cook a fines de septiembre estuvo justo debajo de 900 millones de euros, comparado con una capitalización de mercado de 89 millones de euros. De acuerdo a Nick Batram, analista con Peel Hunt, la posición de deuda del grupo, incluyendo su déficit de pensión, podría alcanzar los 2.000 millones de euros. “Dado esto y la caída accionaria, una recapitalización del negocio parece inevitable”, dijo.
Las últimas conversaciones con los bancos siguen aun terrible año para el grupo, el cual tiene ventas de 8.900 millones de euros y 22,5 millones de clientes. Desde enero ha emitido tres advertencias de ingresos y visto la salida de ejecutivos senior incluyendo a Manny Fontenla-Novoa, su director ejecutivo por 11 años.
El aproblemado grupo ha retrasado la publicación de sus resultados del año, los cuales estaban originalmente programados para el jueves.