Por Hugh Carnegy en París
François Bayrou, conocido como el “tercer hombre” de la elección presidencial francesa, está frustrado. El candidato de centro, que llegó tercero en la elección de 2007, ha tenido que ver al presidente Nicolas Sarkozy y a François Hollande, el candidato de oposición socialista, dominar los medios y las encuestas de frente a la votación de primera vuelta el próximo mes.
Sin embargo, una encuesta reciente de Ifop sugiere que Bayrou es más popular que Hollande en una reñida elección por 51-48% y cómodamente más que Sarkozy.
Bayrou cree que pese a estar tras Hollande y Sarkozy en las encuestas presidenciales, y Marine Le Pen, líder del Frente Nacional de extrema derecha, aún tiene la opción de lograr llegar a la decisiva segunda vuelta el 6 de mayo.
Bayrou hasta ahora no ha logrado hacer un real avance, registrando un apoyo de 13% para la primera vuelta en la última encuesta de CSA ayer. Él y Le Pen han visto al apoyo de ambos estancarse en las semanas recientes, socavando sus esperanzas de conseguir una entrada impactante a la segunda vuelta.
Pero Bayrou cree que lo que le da una posibilidad es la mala popularidad de Sarkozy, que sigue muy detrás de Hollande en las encuestas para la segunda vuelta. Le Pen, quien está por encima de Bayrou en la primera vuelta, también está determinada a detener a Sarkozy, pero ella es ampliamente percibida como que no tiene opción alguna para conseguir derrotar a Hollande.
Jérôme Fourquet de Ifop dijo: “el conflicto real (para Bayrou) es persuadir al electorado de derecha de que él es el único que puede derrotar a la izquierda, pero eso será muy difícil”.
Con propuestas paralelas de inversión, cambios en derechos laborales y otras medidas para impulsar a la industria, Bayrou ha descrito uno de los programas más duros para reducir la deuda gala, previendo dividir entre 50-50 los incrementos tributarios y los recortes del gasto público.
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