Las empresas británicas están buscando redactar contratos de "sin vacuna, sin trabajo" para los empleados, ya que el gobierno admitió que "depende de las empresas" si quieren que los trabajadores o los clientes tengan pasaportes de vacunación contra el coronavirus.
Los bufetes de abogados señalaron que algunas empresas, desde operadores de residencias de ancianos de Reino Unido hasta grandes grupos multinacionales, estaban considerando contratos de trabajo que exijan al personal nuevo y existente que se vacune una vez que se ofrezcan inyecciones a la población adulta británica.
El primer ministro, Boris Johnson, ha dicho que el gobierno no introducirá pasaportes de vacunas nacionales, una idea que plantea muchos problemas morales y legales, pero el martes, el ministro de vacunas, Nadhim Zahawi, reconoció que algunas empresas podrían seguir adelante con sus propios esquemas.
"Depende de las empresas lo que hagan, pero todavía no tenemos la evidencia del efecto de las vacunas en la transmisión", dijo Zahawi a la BBC. Anteriormente, había advertido que el uso de pasaportes de vacunas nacionales sería "incorrecto".
Los ministros están profundamente inquietos porque temen que tales pasaportes puedan conducir a la discriminación de personas que no pueden, o no quieren, recibir la vacuna. De igual forma, quieren evitar cualquier impresión de que se está coaccionando a las personas para que se vacunen.
El gobierno no planea prohibir el uso de pasaportes de vacunas nacionales por parte de las empresas, pero los funcionarios esperan que el uso de dichos documentos se pruebe en los tribunales.
"Las empresas deben asegurarse de que sus prácticas comerciales sean legales y no discriminen a los clientes o empleados", señaló un funcionario del gobierno.
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La postura de las empresas
Barchester Healthcare, que administra más de 200 hogares de ancianos, ha dicho que no contratará personal nuevo que rechace la vacuna contra el Covid-19 por motivos no médicos.
Asimismo, Pimlico Plumbers también ha anunciado una política de "sin pinchazo, no hay trabajo" para los nuevos reclutas.
Los bufetes de abogados, que se negaron a ser identificados, dijeron que algunas empresas también estaban considerando exigir a los empleados existentes la vacuna contra el virus.
La mayoría de los empleados desconfían de cualquier requisito obligatorio de que el personal esté vacunado, lo que significaría el manejo de datos médicos confidenciales y podría dejarlos expuestos a desafíos legales por motivos de discriminación si los trabajadores rechazan la inyección debido a una creencia religiosa, un embarazo o una condición de salud que podría constituir una discapacidad.
El grupo empresarial CBI dijo que no había ningún caso de coacción, y agregó que las empresas estaban "comprometidas a hacer todo lo posible para informar e involucrar a sus empleados sobre los beneficios de la vacuna". También, aseguraron que las pruebas rápidas y masivas de Covid-19 eran la clave para hacer que los lugares de trabajo fueran más seguros.
"El gobierno de Reino Unido no ha hecho que la vacuna sea obligatoria, por lo que tampoco los empleadores", dijo Peter Cheese, director ejecutivo de la organización CIPD para profesionales de recursos humanos.
“Tampoco deberían restringir el ingreso de personas al trabajo en función de si se han vacunado”, agregó.
El CIPD dijo que los miembros de varios sectores, incluidos el cuidado, la odontología y la fabricación de alimentos, preguntaban cómo manejar situaciones en las que el personal rechazaba las vacunas.
Un abogado de la ciudad de Londres señaló que la introducción de cláusulas en los contratos de trabajo que requieran que los trabajadores se vacunen sería riesgosa, debido a la posibilidad de reclamos por discriminación, pero era más probable que fuera defendible en sectores como la atención debido a la prevalencia de pacientes vulnerables.
Otro abogado de la ciudad dijo que algunos grupos multinacionales, incluida una gran empresa de energía, estaban considerando tales cláusulas.
James Davies, socio del bufete de abogados Lewis Silkin, dijo que cualquier empresa que busque enmendar los contratos actuales de los trabajadores primero debería obtener el consentimiento, un paso que no es necesario para las nuevas contrataciones.
La industria de eventos de Reino Unido ha sido la más rápida en comprender el potencial de los pasaportes de vacunas o las pruebas rápidas como una forma de reiniciar las reuniones masivas.
"Como industria, consideraremos cualquier ruta que vuelva a abrir nuestras puertas de manera segura y estamos enfocados en trabajar con el gobierno para hacerlo posible después de casi un año de cierre", aseguró Greg Parmley, director ejecutivo de Live, el organismo comercial del sector de la música en vivo.
El sector de las bodas se ha ofrecido como conejillo de indias para probar los pasaportes de vacunas como un medio para permitir que los eventos tengan lugar, pero otros en la industria hotelera son críticos con la idea, incluido el organismo comercial UKHospitality.
Varias empresas que trabajan en pasaportes de vacunas para viajes internacionales dijeron que sus tecnologías eran adecuadas para los empleados de Reino Unido.
En enero, la empresa de biometría iProov y el grupo de seguridad cibernética Mvine pusieron a prueba su pasaporte Covid-19, con una inversión de 75 mil libras de Innovate UK, una agencia gubernamental que financia colaboraciones comerciales y de investigación.
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