Por Richard McGregor
en Washington
Mitt Romney emergió de las primarias republicanas a la par con Barack Obama, pero tendrá dificultades para traducir su impulso en una estrategia que le permita ganar suficientes estados como para llegar a la Casa Blanca.
Aunque las encuestas nacionales tienen a los dos candidatos en empate técnico, la tarea de Romney luce mucho más difícil en el colegio electoral, que hace que la carrera presidencial se parezca más a 50 elecciones estaduales que a una única votación nacional. “La carrera está más o menos en indecisión, la mayoría de los estadounidenses no han decidido si Barack Obama debería ser recontratado o despedido”, dijo Stu Rothenberg, del newsletter Rothenberg Political Report. La victoria de Romney en las primarias de Texas lo ponen sobre el umbral de triunfo para la nominación republicana, cerrando formalmente su victoria. El presidente llamó ayer a su rival para felicitarlo y dijo que esperaba “un debate importante y saludable sobre el futuro de EEUU”, comentó un vocero de campaña de Obama.
Después de una primera batalla dominada por luchas republicanas internas, Ronmey se ha beneficiado de un aumento del apoyo impulsado por una profunda antipatía de la derecha hacia Obama.
Ventaja financiera
Es probable también que tenga una ventaja financiera sustancial, revirtiendo la elección de 2008, cuando Obama gastó mucho más que John McCain, el candidato republicano.
Politico, una publicación de Washington, informó ayer que los comités de acción súper-políticos (super Pacs) pro republicanos han recaudado cerca de US$ 1.000 millones para derrotar a Obama y arrebatar el Senado a los demócratas. Los super Pacs, que pueden recaudar y gastar dinero ilimitado en campañas siempre y cuando no esté directamente coordinado con los candidatos, son la mayor incógnita en la elección. La cifra de US$ 1.000 se compara con los US$ 750 millones que la campaña de Obama gastó en 2008, para derrotar a Hillary Clinton para las nominaciones demócratas y luego en la elección general.
A diferencia de los super Pacs, la campaña formal tiene límites estrictos sobre donaciones individuales. Aunque las campañas de Ronmey y Obama esperan recaudar entre US$ 700 millones y US$ 900 millones, el super Pacs de Obama tiene una meta de US$ 100 millones, y está teniendo problemas para alcanzar eso.