Por Pilita Clark
El Reino Unido ha lanzado su segundo concurso por 1 billón (millón de millones) de libras en cinco años para encontrar una compañía que pueda presentar un proyecto factible para capturar las emisiones de dióxido de carbono de las plantas de energía que están vinculadas al cambio climático.
El último paso en los complejos esfuerzos del Reino Unido para desarrollar la incipiente captura y almacenamiento de carbono (CCS, su sigla en inglés) ocurre seis meses después de que la primera competencia colapsara cuando el consorcio ganador, liderado por Scottish Power, fracasó en acordar los términos financieros con el gobierno.
En el tiempo que le tomó al Reino Unido zanjar esta infructuosa contienda, que fue lanzada en 2007 y costó 64 millones de libras, el gobierno canadiense había respaldado un proyecto de CCS en Saskatchewan, que debe comenzar en 2014, el mismo año en que se espera que otra planta de CCS comience a operar en Mississippi.
El fracaso del primer esfuerzo del Reino Unido fue atribuido a errores del gobierno, según una investigación de la oficina nacional de auditoría.
Pero intentos similares han tenido problemas por mantenerse a flote en otros regiones debido a los complicados y costosos sistemas de CCS, diseñados para capturar emisiones de centrales eléctricas que queman combustibles fósiles y los transportan para almacenarlos debajo del mar o de la tierra.
El departamento de Energía y Cambio Climático dijo que los gobiernos alrededor del mundo se habían comprometido con hasta US$ 40.000 millones en estos tipos de proyectos.
Pero el premio de 1 billón de libras fue más de lo que cualquier gobierno había ofrecido por un sólo proyecto de captura de carbono, dijo Charles Hendry, ministro de Energía, quien describió la jugada como "momento real de liderazgo para nosotros".
Al menos siete consorcios están participando, incluyendo algunos excluidos del primer concurso debido a que las reglas de selección eran muy estrictas.