Gran Bretaña demandará al Banco Central Europeo (BCE) por reglas que, asegura, incapacitan a la ciudad de Londres y obligarían a una de las más grandes cámaras de compensación a trasladarse a la eurozona.
La acción legal refleja la preocupación ministerial sobre las políticas del BCE, mientras el Reino Unido lucha una batalla territorial con Francia y Alemania sobre la infraestructura financiera.
Un documento del BCE, dado a conocer en el verano (boreal), solicita que las cámaras de compensación se sitúen en la eurozona si administran más de 5% del mercado de un producto financiero denominado en euros. Gran Bretaña le pedirá a las cortes que deroguen la regulación, basándose en que restringe el libre movimiento del capital e infringe el derecho a establecer negocios transfronterizos a lo largo de la Unión Europea de múltiples divisas.
La normativa, de ser impuesta, socavaría la infraestructura financiera de Londres porque haría que las cámaras de compensación trasladaran sus operaciones a la eurozona, probablemente a Frankfurt o París.
El Tesoro del Reino Unido dijo: “esta decisión viola la ley europea y los principios fundamentales del mercado único... Por eso es que hemos comenzado con los procedimientos contra el BCE a través de la Corte de Justicia Europea”.
Diplomáticos británicos temen hace tiempo que París intente manipular las reglas del mercado en un intento de cambiar el centro gravitacional de los servicios financieros a Europa continental. El BCE argumenta que es necesario localizar la infraestructura financiera en la eurozona para que las crisis no sean manejadas por múltiples bancos centrales con intereses contrapuestos.