Peter Smith en Sidney
Alan Joyce, director ejecutivo de Qantas, se estaba bajando de un A380 de Los Angeles a Sidney cuando supo que uno de los aviones de la aerolínea australiana se había visto obligado a un descenso rápido cuando su cabina se despresurizó repentinamente.
Tales sustos no son infrecuentes pero Qantas, que no ha sufrido un accidente fatal desde el comienzo de la era de los jets en los 50, han estado bajo estrecho escrutinio desde que la explosión en pleno vuelo de un motor Rolls-Royce en uno de sus A380 llevó a que la nave regresara para un aterrizaje de emergencia en Singapur en noviembre.
En una entrevista en la casa matriz de Qantas cerca del aeropuerto de Sidney, Joyce, con los ojos cansados tras regresar de una serie de eventos de promoción de turismo australiano en Los Angeles, dijo que la puesta en tierra de la flota de A380 fue uno de los períodos más duros de sus más de 20 años en la aviación.
Ese fue probablemente el período más intenso, dijo Joyce, porque el escrutinio de la prensa llegó justo cuando Qantas estaba ocupado también con las celebraciones de sus 90 años.
Hubo grandes decisiones en la detención y reinicio de las operaciones de los aviones A380.
El veterano de 10 años en Qantas, quien fue el primer director ejecutivo de Jetstar, la dinámica aerolínea económica de la compañía, revelará el próximo mes la estimación de cuánto le costó el episodio de los A380 una cifra que algunos analistas creen que podría superar los 60 millones de dólares australianos (unos US$ 60,7 millones).
Qantas también podría buscar pagos por el daño a su marca. La operadora está pidiendo compensaciones a Rolls-Royce, el fabricante británico de motores, y presentó una acción legal preventiva en una corte australiana, en caso de que no logre un acuerdo negociado.
Preferiríamos eso (el acuerdo negociado) y creo que Rolls-Royce diría que eso sobre cualquier otra cosa. Pero también hemos protegido nuestra posición legal, dijo Joyce.
Cameron McDonald, analista de aviación de Deutsche Bank, cree que la reputación de Qantas se ha visto mejorada después de que Qantas dejó en tierra toda su flota de A380. McDonald también califica a Qantas como una de sus primeras elecciones a medida que la consolidación de la industria cobra velocidad.
La proximidad de Qantas a la región del Asia Pacífico, que esperamos sea la más rentable en 2011 con una proyección de utilidades de US$ 9.700 millones, la pone en buena posición para beneficiarse de la fortaleza del mercado, sostuvo.
Joyce confirmó que Qantas se enfocará en Asia, enfatizando el crecimiento orgánico, Jetstar, sus alianzas con otras aerolíneas y su programa de viajero frecuente.
Joyce también proyectó un incremento en el precio de los pasajes y los recargos por combustible. Pero destacó que los mayores precios de los combustibles, que representan casi un tercio de los costos, son una espada de doble filo.
La razón por la que han subido es que la economía global está mejorando y como las economías están mejorando, veremos un incremento en el tránsito de negocios y pasajeros premium, dijo.
Según Joyce, el punto máximo del precio de los combustibles en el año financiero 2007-08 fue el pináculo de las ganancias para Qantas. Podemos lidiar con un precio de combustibles más alto, dijo.
Joyce también espera un impulso de los cuatro episodios del programa de Oprah Winfrey que presentaron a Australia como destino turístico. Qantas, que trasladó a Winfrey y a 500 espectadores y personal a Australia, no ha dicho cuánto gastó.
Pero Joyce no tiene dudas acerca del retorno esperado: Como grupo gastamos 120 millones de dólares australianos al año en marketing (...) y este es lejos el gasto en marketing más efectivo que hemos hecho en la última década.