Por James Lamont y Farhan Bokhari
Las autoridades civiles de Pakistán usaron la muerte la semana pasada de Osama bin Laden a manos de fuerzas estadounidenses para reafirmar su autoridad sobre el ejército, que ha gobernado al país por la mayor parte de su historia.
Yusuf Raza Gilani, primer ministro de Pakistán, pidió ayer a los jefes del ejército que explicaran al parlamento las fallas de inteligencia y militares que rodearon a la operación estadounidense sobre el refugio de Osama bin Laden en Abbottabad, una ciudad ubicada apenas a 50 kms de Islamabad, la capital.
El ejército de Pakistán, su orgullo herido por la operación estadounidense lanzada desde Afganistán, ha negado que sus servicios de inteligencia supieran que Osama bin Laden se había refugiado en un complejo cercano a la escuela militar más prestigiosa del país.
En un discurso al parlamento, Gilani dijo que había ordenado al general Ahmed Shuja Pasha, jefe de la agencia Inteligencia Entre Servicios (ISI, su sigla en inglés), y otros líderes militares que informaran a ambas cámaras del parlamento. La sesión, no obstante, no estará abierta a la prensa o al público.
“Me he dirigido a las autoridades de servicio pertinentes en las fuerzas armadas para que entreguen información ante una sesión conjunta (del Congreso)”, dijo. “Espero que haya un debate productivo en la Cámara”.
Las autoridades civiles de Pakistán han tenido problemas para poner a la cámara, vista en general como la institución más poderosa del país, bajo su autoridad.
“Es un paso muy raro que los líderes militares tengan que informar al parlamento”, dijo Hasan Askari Rizvi, historiador militar. “Es la primera vez que habrá un informe (militar) sobre un asunto vinculado directamente con las relaciones entre Pakistán y Estados Unidos”.
Mahmud Durrani, ex asesor de seguridad nacional y oficial retirado del ejército, advirtió de una crisis creciente para la dirigencia militar de Pakistán, tras la muerte de Osama bin Laden. “Hay una crisis mayor para el ISI”, dijo.
“Por ahora, hay críticas crecientes al ejército y al ISI del público en general y de la prensa, con todos apuntando hacia su inacción”, añadió el oficial.