El gobernador del banco central de Libia, el hombre que tiene la llave de las finanzas del régimen de Gaddafi, parece haber sido tragado por la tierra, confundiendo a oficiales, diplomáticos y banqueros desesperados por encontrarlo.
Se cree que Farhat Omar Bengdara ha pasado gran parte de las últimas dos semanas fuera de Libia, pero no está claro si apoya al régimen o está cooperando con la oposición.
Banqueros y figuras de la oposición intentan descifrar las lealtades de Bengdara, porque asumen que es de los pocos con la autoridad para mover fondos en un momento en que las restricciones están endureciendo la situación de Muammar Gaddafi y su familia.
Un diplomático europeo dijo haber oído que el gobernador estaba en Suiza y que había abandonado el régimen. Un banquero, en tanto, dijo que Bengdara visitó Londres la semana pasada, posiblemente yendo después a Estambul.
UniCredit, el gran banco italiano en el que Libia tiene una participación, tardó una semana en ubicar al gobernador, que es vice-presidente del banco. Pero las autoridades en UniCredit no dijeron dónde lo habían hallado. Otros banqueros que intentaron ubicarlo por teléfono, les dijeron que debían contactarse con su vicepresidente en Trípoli.
“Si hubiera desertado lo habría anunciado”, dijo un disidente en Europa. No necesariamente, dijeron otros. “Podría haber desertado, pero está ocultándose”, dijo un banquero que lo conoce.
Desde que tomó control del banco en 2006, era considerado como un reformista, abriendo el sector bancario al capital extranjero, endureciendo la supervisión y estableciendo un sistema de compensación. Pero parece haber ganado el puesto gracias a Seif-al-Islam, el hijo de Gaddafi y aparente heredero que defendió un sistema económico más liberal.