Opinión Lex, FT: Elon Musk se sale con la suya
Ser dueño de Twitter asegura que nunca sea censurado. El CEO de Tesla aporta US$ 21 mil millones en compromisos de capital y US$ 12.500 millones en préstamos contra sus propias acciones.
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A los fanáticos de Elon Musk les gusta afirmar que su héroe siempre está jugando al ajedrez en cuatro dimensiones. No importa cuán caóticas sean sus acciones, creen que el multimillonario jefe de Tesla tiene planes secretos demasiado brillantes para que el resto del mundo los entienda. Analizar su acuerdo de US$ 44 mil millones para hacer que la plataforma de redes sociales Twitter sea privada requiere un nivel de fe similar.
Musk ha basado su oferta en la necesidad de proteger la libertad de expresión. Según los informes, su interés se despertó por la suspensión de la cuenta satírica de Babylon Bee (que casualmente publicó chistes halagadores sobre Musk). Es una posición cara de tomar. Para facilitar el trato, está aportando US$ 21.000 millones en compromisos de capital y US$ 12.500 millones en préstamos contra sus propias acciones de Tesla. Todo por una empresa de 16 años de crecimiento lento que reportó una pérdida neta de US$ 221 millones el año pasado.
Por otra parte, es posible que Musk no compre Twitter para todas sus 217 millones de cuentas. Su interés podría ser solo uno: el suyo propio. Es un tuitero prolífico con casi 84 millones de seguidores que utiliza Twitter como fuente de publicidad para sus empresas. Ser dueño de Twitter asegura que nunca sea censurado. Restablecer ciertas cuentas prohibidas, incluida la del presidente Trump, también podría sumar puntos políticos en el futuro.
Encontrar un caso de negocios es más difícil. Aceptar la oferta significa que Twitter no encontró una oferta alternativa viable y no logró convencer a su único postor de que valía más de US$ 54,20, casi un 30% por debajo del punto más alto del año pasado. Esta no es la descripción de un negocio floreciente.
El don de atención de Musk significa que el número de usuarios probablemente aumentará. Pero para aumentar las tarifas de publicidad, Twitter necesita extraer más información sobre los usuarios, algo complicado cuando abundan las preocupaciones por la privacidad. Eliminar la moderación también corre el riesgo de dañar las relaciones con los anunciantes. Los anunciantes, incluidos Walmart, Starbucks y Coca-Cola, han boicoteado a YouTube y Facebook por cuestiones de contenido. Podrían agregar Twitter a esa lista.
Quizás Musk tenga un plan para transformar por completo el negocio de Twitter. Tal vez algún día sea una empresa de criptopagos. O una plataforma de negociación de acciones de memes. O tal vez uno de los mayores usuarios de la plataforma solo quiere poseerla.