Por Cary Huang en Beijing
El presidente estadounidense, Barack Obama, ganó una batalla diplomática al levantar exitosamente el conflicto de las disputas marítimas en el Mar del Sur de China en una cumbre asiática, pese a las objeciones de China. Analistas chinos dicen que las tensiones con Beijing aumentarán.
Un intercambio de palabras durante el fin de semana entre Barack Obama y el primer ministro Wen Jiabao sobre la disputa territorial fue interpretada por algunos analistas como un intento de Washington por reafirmar su liderazgo en la región, una acción que aseguran pretende contener la influencia que tiene China.
Los dos líderes se reunieron al margen de la Cumbre de Asia Oriental en Bali, Indonesia.
“El presidente Obama ciertamente ganó la batalla por sacar adelante los objetivos de EEUU al colocar las disputas marítimas en la agenda”, dijo el experto de seguridad regional, Shi Yinhong, de la Renmin University, destacando que China se ha opuesto desde hace mucho tiempo a las conversaciones multilaterales sobre el asunto.
Shi dijo que el hecho de que los líderes discutieran la disputa a pesar de la oposición de China fue una victoria diplomática para Obama y un desaire para Beijing, cuya postura fue ignorada por la mayoría de las pequeñas naciones.
Sin embargo, al hablarle a estudiantes durante su visita en Brunei, Wen describió la serie de reuniones de la ASEAN en Bali como exitosas.
“Las llamo exitosas porque mantuvieron la dirección de solidaridad, desarrollo y cooperación, y el viejo y efectivo mecanismo de cooperación como 10-1 y 10+3”, citó una estación televisión a Wen, hablándole a estudiantes. Wen dijo que China está dispuesta a cooperar con Brunei en la exploración de gas en el Mar del Sur de China. Brunei es uno de los países que reclama derechos sobre esa región.
Durante mucho tiempo Beijing ha mantenido que la pelea marítima territorial debiera resolverse sólo a través de conversaciones bilaterales entre los demandantes, incluyendo a Malasia , Filipinas y Vietnam, y ha repetido sus advertencias en contra de la interferencia de “fuerzas externas”. Pero en las reuniones, Obama y casi todos los líderes confrontaron a China por sus reclamaciones en el Mar del Sur de China, poniendo a Wen a la defensiva.
Discordia por influencia
Hay señales de que la discordia entre EEUU y China por su influencia en la región se acelerará. “La confrontación abierta chino-estadounidense por las disputas marítimas, ha destacado el creciente desacuerdo por la influencia en la región entre las dos potencias”, dijo el subdirector del Instituto Asia-Pacífico de la Academia Shangai, el profesor Liu Ming. “También ha sugerido que la creciente inquietud entre los estadounidenses por el auge de China y los evidentes objetivos geográficos de Washington para contener al país”, aseguró Liu.
Wen admitió que no quería discutir el asunto en la cumbre, pero añadió que sería “descortés” no contestar las preocupaciones de los vecinos de su país, de acuerdo a la agencia Xinhua. “Fue una respuesta apacible y política, contraria a la voluntad china”, dijo Shi.