Hillary Clinton, la secretaria de Estado de EEUU dijo el miércoles ante una comisión del Congreso que su país está “en competencia con China” y puso como ejemplo el desarrollo de enormes recursos de gas natural en Papúa Nueva Guinea, donde opera la estadounidense Exxon-Mobil. Según Clinton, China “está ahí todos los días, de todas maneras”, tratando de imaginar cómo ganarles la mano.
Las palabras de la funcionaria fueron claras y directas. Para ella, EEUU no sólo está frente a frente con China en una batalla por la influencia internacional sino que Washington está perdiendo “la guerra de la información” con potencias emergentes.
Estos comentarios actualizan la ansiedad sobre el auge de China que el gobierno estadounidense ha expresado en los últimos años, en cables confidenciales escritos en sus embajadas en todo el mundo en desarrollo. En ellos, se caracteriza a Beijing como menos escrupuloso que Washington, que “juega sucio” en materia de comercio y que los derechos humanos en sus relaciones con otros países.
En Etiopía, compañías estadounidenses informaron que sus contratos con la operadora de telecomunicaciones del país fueron cancelados, supuestamente después de denunciar “falsificación de datos” por parte de una firma rival china.
Algunos expertos coinciden. “Definitivamente hay un juego nuevo en muchas partes del mundo. Y el avance tomó a muchos por sorpresa, empezando por los propios chinos”, opinó Charles Freeman, ex alto negociador comercial de EEUU con China que ahora está en el Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales.
Esto se percibe en los cables. Uno menciona que ejecutivos del gigante minero Vale, de Brasil, le dijeron en 2007 al embajador de EEUU que su país “debía prestar más atención” al suministro futuro de materias primas porque “China espera asegurarse a Sudamérica y África como sus proveedoras”.