Por Chris Giles y Roger Blitz
Los ministros británicos tratan de bajar las expectativas de que los Juegos Olímpicos 2012 proporcionarán un estímulo económico sustancial al Reino Unido el próximo año, aunque mantienen que “ha valido la pena” hacer el proyecto.
Anticipándose a las celebraciones del miércoles para marcar el año exacto que queda hasta la ceremonia de apertura, Hugh Robertson, ministro a cargo del evento, dijo a Financial Times que sólo el impulso al este de Londres, en términos de creación de empleo y beneficios de transporte ha sido “sin duda considerable”, y que habrá también un impulso post juegos al turismo.
“En términos de toda la economía británica (…) ha sido significativo, pero probablemente no cambiará el juego”, comentó. Pero evaluar el beneficio potencial para el Reino Unido en un período de austeridad económica no es sencillo, admitió.
El proyecto de construcción está completo en 88%, y se espera que cueste unos 7.300 millones de libras. Tras otros costos relacionados, es probable que lo que reste del presupuesto de 9.300 millones de libras establecido hace cuatro años esté entre 640 millones de libras y 1.000 millones de libras. Los ministros de coalición han podido predecir con confianza creciente que el proyecto olímpico estará listo a tiempo y bajo presupuesto.
Su certeza se apoya en la revisión presupuestaria de 2007, que ofreció una estimación más realista de los costos que los 2.400 millones de libras proyectados por el equipo postulante dos años antes. Pero esta escalada de costos también parece haber puesto fin a cualquier afirmación de un gran beneficio económico para Inglaterra. En diciembre de 2005, el Departamento de Cultura, Prensa y Deportes (DCMS, su sigla en inglés) publicó un estudio de impacto de los Juegos Olímpicos, hablando de un beneficio neto para Inglaterra de 1.900 millones de libras. Con el alza en el presupuesto, los ministros han tenido que conceder que los costos superan a los beneficios o abandonado el trabajo de 2005 y descubierto que los juegos darán enorme beneficios no anticipados al momento de postular.
No es sorpresa que hayan adoptado este último enfoque. El DCMS estima que los beneficios superan a los costos, promoviendo ganancias sociales, económicas y en deportes comunitarios, y no sólo en Londres.
El departamento destaca los parques, la infraestructura deportiva y de transporte y el trabajo de más de 40.000 personas en los sitios de construcción. También resalta la inversión privada, como el centro comercial Westfield al margen del sitio.
Otros economistas están menos convencidos de los beneficios. Michael Ridge, jefe de políticas públicas en la consultora Frontier Economics, dijo que cualquier estudio tendría que hacer “supuestos enormes” acerca del empleo de personas por el resto de sus carreras en relación a sus perspectivas sin las Olimpiadas. “Uno en realidad no conoce los beneficios hasta cinco años después del eventos”, dijo.
Un problema con la evaluación es que es prácticamente imposible saber lo que habría pasado sin los juegos. Otro es que las ganancias potenciales como un mayor turismo en 2012 con frecuencia son compensadas, como pasó en Beijing, por un menor turismo en otras ciudades en años olímpicos y menos visitantes en los años siguientes.
Paul Johnson, director del Institute for Fiscal Studies y ex microeconomista del gobierno, es escéptico en cuanto a que la infraestructura de los juegos pueda acercarse a los beneficios de reducir los cuellos de botella en el sistema de transporte, por ejemplo.