Por Jack Farchy
México compró silenciosamente casi cien toneladas de lingotes de oro, a medida que los bancos centrales se lanzan a la mayor oleada de compras del metal en 40 años. La compra, informada en los datos mensuales publicados por el banco central mexicano, es la última en una serie de grandes compras de oro de economías emergentes deseosas de diversificar sus reservas del alicaído dólar estadounidense. China, Rusia e India han comprado grandes cantidades de oro en años recientes, mientras que Tailandia, Sri Lanka y Bolivia han hecho compras menores.Los bancos centrales se convirtieron en compradores netos de oro el año pasado tras dos décadas de ventas, una marcha atrás que ha contribuido a los máximos récord del metal. El miércoles, el oro se cotizaba a unos US$ 1,510 por onza troy, un descenso de 4% respecto de un máximo nominal de US$ 1.575,79 alcanzado el lunes. Como resultado de la compra de México, bancos centrales, fondos soberanos y otros compradores del “sector oficial” van rumbo a registrar sus mayores compras colectivas de oro desde el colapso del sistema de Bretton Woods, que ataba el valor del dólar al oro, en 1971.
GFMS, una consultora en metales preciosos, había anticipado antes que el sector oficial haría compras netas de oro de 240 toneladas este año, comparado con un máximo post Bretton Woods de 276 toneladas en 1981. Philip Klapwijk, presidente ejecutivo de GFMS, dijo a Financial Times que esa proyección “podría resultar conservadora” a la luz del sorpresivo movimiento de México.La reversa en dos décadas de ventas de oro marca el fin de una era caracterizada por una extendida fe en el papel moneda y la deuda soberana. El dólar ha perdido un 10% respecto de las grandes divisas del mundo desde enero y cotiza cerca de un mínimo histórico.Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial, sugirió que las economías líderes consideren volver a un patrón oro modificado.México compró 93,3 toneladas de oro en febrero y marzo, según el banco central, en una campaña de
US$ 4.500 millones a los precios actuales y equivalente a 3,5% de la producción anual del metal. Las reservas en moneda extranjera del país se han disparado desde el verano (boreal) pasado, debido a las intervenciones en el mercado cambiario para evitar una apreciación mayor del peso.