por Andrew Edgecliffe-Johnson en Nueva York
McKinsey & Co no sabrá por 20 años el daño que causó a su marca el escándalo por uso de información privilegiada de Galleon, dijo el director de la firma consultora, describiendo el caso (en el cual se involucró a dos ejecutivos senior) como “increíblemente angustiante y avergonzante”.
Los clientes nos han apoyado mucho, aseguró el director gerente global de McKinsey, Dominic Barton, comprometiéndose a fortalecer la organización. “Siento como si se hubiera arrojado aguarrás al capó del auto”, explicó Barton a FT cuando fue consultado por el estado de una marca que representa una asesoría de alto nivel confiable y una estricta confidencialidad de sus clientes. “Desearía poder decir que cambiará la próxima semana o seis meses... de verdad creo que lo sabremos en los próximos diez a 20 años”.
Anil Kumar, ex socio de McKinsey, se declaró culpable de los cargos de proveer información confidencial a Raj Rajaratnam, el ex director del hedge fund Galleon Group, quien en mayo fue encontrado culpable en un caso histórico de uso de información privilegiada. Rajat Gupta, ex director de McKinsey, fue acusado de violaciones civiles por la Comisión de Valores y Bolsa de EEUU (SEC, su sigla en inglés), pero niega intencionalidad.
El caso generó una profunda reflexión sobre qué fue lo que fracasó y lastimó el orgullo de una institución que en algunas ocasiones ha sido “arrogante”, afirmó Barton. Agregó, sin embargo, que “no ha afectado en nada nuestro trabajo”.
McKinsey instruyó una rigurosa revisión externa de sus valores y prácticas, provocando cambios en las políticas, cumplimiento y capacitación, dijo, pero ahora “me siento bien con donde están nuestros estándares” en comparación con otras firmas profesionales. Según Barton, hubo una amplia caída en la confianza en las empresas desde la crisis financiera, que requerirá que el capitalismo adopte una perspectiva de largo plazo, liberando a los ejecutivos de tener que manejar sus compañías de modo de cumplir con las metas de ganancias trimestrales.
McKinsey está evaluando cómo cambiar los incentivos y los métodos para medir el desempeño de gestores de activos, de modo de alentar un enfoque de largo plazo por parte de los inversionistas, aseveró.