El comercio entre Latinoamérica y China data de hace siglos, cuando la seda y la porcelana de Guangzhou era exportada a Acapulco, México, a cambio de plata mexicana.
Si se observa en el presente, China se convirtió en el segundo mayor socio comercial de Sudamérica sólo después de EEUU, tras un incremento del comercio entre ambos socios que se disparó desde US$ 15.000 millones a
US$ 183.000 millones en los últimos diez años.
El auge comercial en la última década significó beneficios para los dos socios. Pero ahora, con el telón de fondo de una crisis económica global, la dependencia de Latinoamérica de exportar sus commodities a China, arriesga convertirse en una maldición, advirtió un informe reciente del Banco Mundial titulado “Crecimiento a largo plazo de Latinoamérica y el Caribe: ¿hecho en China?”.
“El hecho de que la relación de Latinoamérica con China depende de exportaciones de commodities, levanta una bandera roja, que en vez de ser una bendición, podría terminar siendo una maldición para el crecimiento”, advirtió el Banco Mundial. Eso es porque una mayor desaceleración en la economía china haría bajar aún más los precios de los commodities, que ya comenzaron a declinar.
Bajo un escenario más optimista, el crecimiento de China no caerá muy drásticamente y los precios de los commodities no declinarán de manera tan abrupta, en cuyo caso Latinoamérica puede mantener su crecimiento desacoplado de EEUU y Europa, dijo el Banco Mundial.
Pero en el peor de los casos, los precios de los commodities caerán fuertemente, lo que significa que “Latinoamérica tendría que activar todos los amortiguadores, mientras las instituciones financieras internacionales elevan su asistencia a una extensión máxima”, advirtió.
Comercio desigual
Un mal escenario global podría tener implicancias de consecuencias catastróficas para algunos países de la región, señaló el Banco Mundial. El desafío para las autoridades del continente era aprovechar las oportunidades ofrecidas por lazos más grandes y profundos con la economía global, y China en particular, que emergió como un importante polo de crecimiento para Sudamérica.
Mientras la mayoría de las exportaciones de China a Latinoamérica son bienes manufacturados, menos de 20% de las exportaciones latinoamericanas a China son bienes manufacturados, según la ONU.
El enorme comercio e inversión de China con América Latina ayudaron a crear las condiciones necesarias para propulsar la economía por sobre el promedio mundial, dijo el organismo multilateral.
Pero Margaret Myers, directora del programa China y Latinoamérica del Diálogo Interamericano, un centro estadounidense de análisis de políticas, dijo que la inversión china en la región continuará promoviendo el crecimiento, pero el éxito a largo plazo requerirá instituciones fuertes y una formulación de políticas responsable.